lunes, 15 de junio de 2015

ANCIANOS EN LA IGLESIA LOCAL: PLURAL O SINGULAR

ANCIANOS EN LA IGLESIA LOCAL: PLURAL O SINGULAR

Alexander Strauch en su libro “Biblical Eldership” argumenta:

“… cuando Pablo y Pedro directamente exhortaron a los ancianos para que cumplieran su responsabilidad, ambos utilizaron la imagen de un pastor.  Debe ser observado que estos dos gigantes apostólicos asignaron la responsabilidad de pastorear a la iglesia local a ningún otro gurpo o a ninguna persona en singular, sino a los ancianos. Pablo recuerda a los ancianos de Asia que Dios el Espíritu Santo les había puesto en el rebaño como obispos con el propósito de pastorear la Iglesia de Dios (Hechos 20:28).”[1]
Este tipo de argumentación utiliza un tipo de lenguaje que crea un argumento que llamamos “hombre de paja.” Muchas veces este tipo de argumento se presenta de la siguiente manera;  “¿Verdad que debemos admitir que las iglesias tenían “ancianos” en plural en el Nuevo Testamento? ¿Dónde encuentras evidencia de una “congregación con un solo anciano” en la biblia?  Entonces los defensores de este argumento citan en la Biblia pasajes como hechos 20 donde multiplicidad de ancianos son mencionados. De esta manera el argumento parece ya cerrado. ¡La decisión ya ha sido tomada! ¡Caso cerrado! ¡Argumento terminado!
Pero un momento, es fácil ganar una argumentación empezando con la pregunta equivocada. Es igualmente fácil ganar un argumento sin dar todos los detalles de los hechos o no reconocer las presuposiciones o asunciones que envuelven el argumento.
Un ejemplo legal de esta metodología de argumentación es la forma de preguntar algo en un caso. Por ejemplo si se me preguntara “¿has amado alguna vez a una mujer que no sea tu esposa?” Yo puedo responder a esa pregunta que “No” pero entonces se me acusaría de estar mintiendo, por otro lado reconocer un fulminante “Si” podría ser indicio de haber cometido pecado no siendo fiel a mi esposa. El “truco” de la pregunta argumentativa es definir que entendemos por “amar”. Por supuesto yo he “amado” a otras mujeres, eso incluye a mi madre y a mis hermanas y a mi amada hija… Por otro lado debería contestar con un fulminante NO ya que siempre he sido fiel a mi Esposa y no he “amado” a otra mujer.
Este método de debate o argumentación fu utilizado en contra de Paige Patterson (Bautista del Sur) en un libro titulado “Who runs the Church?”[2] El libro consiste en un debate entre cuatro hombres. Cada uno de los contribuyentes al debate defiende su postura, sea episcopalianismo, presbiterianismo, pluralidad de ancianos, o congregacionalismo de un solo anciano (pastor). Patterson tomó esta postura en el libro, pero sin tal vez darse cuenta de la trampa al ser escogido para defender la postura de “un solo anciano”. Después que su oponente Samuel E. Waldron defensor de la postura de pluralidad de ancianos tomó ventaja sobre el usando el lenguaje para crear una argumentación del  hombre de paja Patterson escribió:
“Incluso cuando la pluralidad de ancianos era necesaria, uno de los ancianos permanecía como el líder espiritual decisivo de la iglesia… existen algunos casos de congregaciones que han conseguido prosperar sin ser dirigidas por un anciano único…”
Entonces Waldron dice erróneamente
“Tal como hemos hecho notar anteriormente, es grato poder ver que Patterson ha renunciado a cualquier intento de defender la postura de una congregacionalismo de un único anciano. Ha escogido más bien defender un congregacionalismo de un anciano principal. El hecho que esto refleja un movimiento hacia una posición de congregacionalismo de multiplicidad de ancianos, desde mi punto de vista, da mucho ánimo.” 

Patterson entonces replica diciendo;
Aquí Waldron asume que ha habido algún tipo de alteración en mi posición. Esto es entendible en que el editor puede no haberle hecho claro a él que asignación argumentativa he tomado en este libro. Yo no tengo problema en multiplicidad (pluralidad) de ancianos en una congregación cuando es necesario. De una forma clara las iglesias en la era del  Nuevo Testamento  a menudo tenían más de un anciano.  Fue mi acuerdo con el editor que yo sostendría la posición de un congergacionalismo de un solo anciano solamente si se entendía para denominar lo que Waldron llama un congregacionalismo de anciano-principal. Así que,  la esperanza de Waldron de que yo haya cambiado está destinada a la frustración, y él estará triste  cuando se dé cuenta que yo sigo sin ser convencido por sus argumentos… esto es importante para mí porque algunos quieren hacer la pluralidad de ancianos como algo obligatorio cuando no hay ningún tipo de mandato como este. Waldron está exhibiendo la marca que hace que esta posición sea un problema para mí.”[3]
Tanto en Estados Unidos como también en las iglesias de España influenciadas por un buen número de misioneros americanos se han empezado a utilizar palabras que no aparecen en las Escrituras y que involuntariamente aportan más confusión al conflicto. Términos como “pastor asistente”, “pastor de jóvenes”, “pastor de ministerios musicales,” etc. son totalmente neo-vocablos fuera de los términos y palabras usadas en la Biblia para referirse a los siervos de Dios que ministran en la iglesia local, o en el templo en el caso del Antiguo Testamento. Las palabras bíblicas son “Obispo, anciano, presbítero, Obrero, Ministro o pastor” todas ellas referidas a la misma persona pero enfatizando diferentes funciones o actuaciones, o refiriéndose a su carácter espiritual. Veremos en un artículo aparte las definiciones y amplitud de estos términos. Es confuso cuando alguno de los defensores de la pluralidad de ancianos se acerca a un miembro de una iglesia bautista y le pregunta ¿vosotros tenéis ancianos en vuestra iglesia?” Por supuesto la primera reacción suele ser “si, tenemos un montón de ellos…” Refiriéndose claro está a hombres coronados de canas, llenos de sabiduría por las experiencias de su vida, pero no necesariamente llevando a término un ministerio en la iglesia. Esto es contestado con una actitud de menosprecio muchas veces ya que otorgar el término “pastor” (sinónimo de anciano en la Biblia) a una sola persona parece algo totalmente anti bíblico. Por supuesto a ninguno de nosotros protestantes de tradición establecida se nos ocurriría llamar a nuestros ancianos “obispos” pudiera ser que las iglesias reformadas no tengan reparo en usar el nombre de “presbítero”, los bautistas escaparíamos de estos epítetos,  y sin embargo este es justo el término transliterado del original griego.
Los defensores de la pluralidad de ancianos tampoco han sido capaces de probar mediante las Escrituras que el hecho de tener un solo anciano (pastor) en una iglesia, y sobre todo cuando esta es pequeña) sea algo erróneo. Al no ser capaces de encontrar ningún mandamiento directo en la Biblia sobre este tema, lo que hacen es simplemente utilizar lo que ellos creen  que es el patrón Nuevo Testamentario (según ellos las iglesias en el Nuevo Testamento tenían pluralidad de ancianos) por lo tanto concluyen que cada iglesia de cada época debe tener pluralidad de ancianos. Un problema con este argumento es que la única manera de probar que cada iglesia en el nuevo testamento tenía pluralidad de ancianos sin uno de ellos siendo el principal es ASUMIENDO que era así, ya que en realidad no pueden probarlo ni tan siquiera por las mismas Escrituras. Personalmente tengo un problema con algunos hombres que me han presentado este argumento acusándonos a nosotros de ir en contra de las enseñanzas de las Escrituras, pero que ellos mismos se han convertido en el “único anciano” (pastor) de sus iglesias locales cuando ellos mismos han establecido una iglesia local. Si el patrón bíblico es el correcto ellos deberían haber sido ejemplo en establecerlo desde el primer día que formaron sus iglesias, pues de lo contrario no sólo muestran una verdadera inconsistencia en su posición bíblica, sino sospechosamente implican que su problema era no “mandar”lo suficiente en el lugar en que se encontraban y por lo tanto forzar el argumento bíblico de la pluralidad de ancianos para adquirir más parcela de poder y mando. Sé que mi argumentación aquí es fuerte, pero lo es porque he visto como mi propia iglesia y otras de muchos de mis hermanos han sufrido esta experiencia.
Por otro lado comprobemos como esta argumentación de que TODAS las iglesias del Nuevo Testamento tenían pluralidad de ancianos es un argumento EXIGNORANTIA, es decir una presuposición basada en lo que se ignora más que en datos fehacientes, y es una argumentación basada en asunciones aún gramaticales que no tienen base.
Por ejemplo en Hechos 14:23 leemos “y constituyeron ancianos en cada iglesia…“ Como interpretamos este versículo en base a nuestras presuposiciones decantará la argumentación a un lado o hacia el otro. Gramaticalmente no podemos probar que lo que está diciendo este versículo es que en UNA iglesia local pusieron varios ancianos, como los defensores de la pluralidad argumentan. La idea de establecer un anciano en cada iglesia puede también ser entendida por la construcción gramatical. Si leemos en un artículo de noticas que van a establecer directores en cada centro escolar del país… ¿debo interpretar que en cada colegio a partir de ahora habrá pluralidad de directores, o que en cada colegio del país se establecerá un único director? La construcción gramatical me permite ambas direcciones pero la lógica me hace pensar que cada centro tiene un director y así en cada colegio.
Este principio argumentativo de la construcción gramatical se puede entender en muchos otros casos del Nuevo Testamento, por ejemplo:
(1Tim 3:12 [R-Valera])
Los diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.

Deberíamos interpretar este versículo en base a la misma argumentación que presentan los que defienden la pluralidad de ancianos basándose en hechos 14:23 que “los diáconos (plural) de una iglesia deben estar casados todos ellos con una (la misma) mujer”? Esto sería no sólo el ridículo sino también pecado al tratarse de poliandria.

(Eph 5:25 [R-Valera])
Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella,

¿Enseña este versículo que cada marido debe tener pluralidad de mujeres (poligamia)? Por supuesto que no, pero sin embargo utiliza la pluralidad para establecer un principio unitario.

(1Cor 1:2 [R-Valera])
A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y á todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro:

Una vez más nos encontramos con una pluralidad singular. “Todos” no pueden estar “en cualquier lugar” a la misma vez. Eso querría decir que cada vez que la iglesia se reúne en cualquier lugar allí deben estar todos los millones de cristianos, esta interpretación o razonamiento es ilógico.

(Acts 26:11 [R-Valera])
Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé á blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extrañas.


“todas las sinagogas” no implica cada una de las que existían en el imperio romano, ni tan siquiera implica que Pablo persiguió a TODOS los cristianos en TODAS las ciudades. Tampoco está diciendo que en TODAS las sinagogas y en TODAS las ciudades había cristianos. El texto no pretende decir nada de eso sino enfatizar hasta qué punto llegaba el odio de Pablo hacia los creyentes. Decir lo que no dice el texto es caer en un grave error interpretativo.

Siguiendo este argumento interpretativo podemos decir sin temor a equivocarnos que Hechos 14:23 no está enseñando que cada iglesia tenía una pluralidad de ancianos. Podemos incluso llegar a argumentar que había “ancianos” en cada iglesia porque cada iglesia por lo menos tenía un anciano. Construir doctrina en base a un versículo aplicando una interpretación basada en un argumento gramatical no claro es un error hermenéutico de base.

El escritor Patterson hace una clara defensa de la posición que estamos presentando cuando concluye:
“…la incertidumbre de a quien se está dirigiendo Hebreos y  Santiago abre de igual manera la posibilidad que los “ancianos” mencionados de forma plural esté en concordancia a la pluralidad de iglesias a la cual iba dirigida esas epístolas y no tiene nada que ver con la idea de que existiera pluralidad de ancianos en una sola iglesia. Sin duda alguna este es el caso de Hechos 14:23 donde Iconio, Listra y Derbe estaban presentes, y en Tito 1:4 se menciona como nuevas iglesias en la isla de Creta necesitaban un anciano para cada una de esas congregaciones.[4]

Siguiendo en este pasaje debemos hacer constancia que estas “iglesias” eran consideradas como “iglesias” mucho antes que están tuvieran “ancianos”. Se habían formado como fruto del trabajo apostólico y el testimonio de creyentes. Pablo era el “supervisor” de esas iglesias, esa es la palabra castellana para el termino griego “opiscopos” –anciano. Este punto nos lleva a argumentar que las iglesias estaban en un proceso de formación, de desarrollo. Algunos comentaristas como Govett, Panton, etc., argumentan que el proceso de formación involucraba establecer un único anciano en cada iglesia, proceso que se vería culminado cuando las iglesias ya estuvieran establecidas completamente y así en el libro de apocalipsis 2 y 3 podemos ver la mención de los “ángeles” (en singular para cada una de las iglesias) como una referencia al anciano (pastor) de cada iglesia. Este tema me llevará un artículo más completo a parte de esta primera presentación.

No hay duda alguna que el libro de Hechos es un libro que presenta la transición de la Iglesia desde Jerusalén hasta el fin del mundo. El bosquejo del libro se ve en el cap. 1:8.  Mis profesores de interpretación bíblica me enseñaron que no era correcto formular una doctrina solamente desde el libro de Hechos sin apoyarla en otros libros del Nuevo Testamento ya que Hechos era totalmente transicional. Es cierto que podemos caer en un sobre énfasis de este punto interpretativo, pero también es cierto que olvidarlo nos hace cometer errores hermenéuticos. Por ejemplo, algunos mantienen que ya que en el libro de Hechos vemos a los “apóstoles” también nosotros hoy en día tenemos que tener apóstoles, otros argumentan que algunas palabras tienen que ser dichas en el momento del bautismo (más allá de lo presentado en Mateo 28:19) ya que Hechos 8:16 menciona algo diferente, otros creen que la manera de escoger el liderazgo en la iglesia es “echando suertes” tal como aparece en Hechos 1:26, e incluso hay algunos que llevan tan lejos la interpretación que llegan a decir que la propiedad privada es pecado basándose en Hechos 2:44-45. Aunque es cierto que desde el libro de Hechos podemos extraer ciertos “patrones” bíblicos estos tienen que ser reforzados por las epístolas y sus enseñanzas.

Otra asunción argumentativa que hacen los defensores de la pluralidad de ancianos es creer que todos aquellos ancianos que hubiera habido en una iglesia tenían todos la misma responsabilidad, o todos el mismo nivel de toma de decisiones, o la misma influencia en la dirección de esa iglesia. Es igualmente una asunción creer que no hubiera entre todos ellos un anciano con más peso en la iglesia local. Basar la defensa de la pluralidad de ancianos en esta asunción hace que su base sea inestable y por lo tanto más interpretativa que real.

Por otro lado los que defienden la singularidad de un anciano (pastor) en cada iglesia local pueden utilizar el mismo sistema de argumentación e interpretación para defender su postura, basándose en versículos que parecen probar la existencia de un solo pastor-siervo (anciano) en cada iglesia. Así por ejemplo:

En Apocalipsis capítulos 2 y 3, cada una de las cartas a las iglesias va dirigida a una iglesia local con un “ángel” que la representa y que es el responsable de esa iglesia. Hablaré más de ello en mi próximo artículo.

(1Tim 3:1 [R-Valera])
PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea.

(1Tim 3:2 [R-Valera])
Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar;


La palabra “obispo” aparece en singular, no trata el tema como “obispos” de una congregación en plural sino lo hace en forma singular. Pablo estaba escribiendo a Timoteo quien debía ordenar las iglesias bajo su supervisión “en cada ciudad” allí debía establecer “obispos”… uno en cada ciudad sería una posibilidad bastante lógica. Pero si seguimos leyendo los versículos de I Tim. 3 descubriremos más referencias directas a la singularidad (no a la pluralidad) del obispo. El obispo tiene que ser irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar… todo aparece en singular. El versículo 3 nos dice que “gobierne bien SU casa, teniendo a SUS hijos en sujeción. Nos muestra que si no sabe cuidar su PROPIA casa como CUIDARÁ DE LA IGLESIA. Su función pues queda determinada por la singularidad de su hogar y de la iglesia, no habla aquí de varios maridos cuidando un mismo hogar, ni de varios obispos cuidando una sola iglesia. Así hasta el versículo 7 muestra las características del anciano (en singular) Lo que es interesante es que al llegar al versículo 8 donde habla de los DIACONOS lo hace a partir de aquí en forma plural, cada una de las características de los diáconos es presentada con su sujeto en plural. ¿No nos resulta esto extraño? ¿No sería coherente hablar de ambos en plural si los apóstoles hubieran enseñado una pluralidad de ancianos en una sola iglesia local? ¿No se nos hace sospechoso la presentación escogida de cada palabra? Por supuesto, alguien dirá que todo depende de la presuposición que tengamos… tal vez ese sea el problema; que basamos nuestra postura en presuposiciones no en lo que el texto bíblico dice, y lo que aquí dice es que EL OBISPO… no LOS OBISPOS. Pero hay más…

(Titus 1:7 [R-Valera])
Porque es menester que el obispo sea sin crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias;

Una vez más encontramos una referencia del obispo en singular. El argumento que algunos aplican a Hechos 14 para defender una pluralidad de ancianos todos ellos con el mismo nivel de responsabilidad y dirección puede ser aplicado para defender a través de estos versículos que la pluralidad de diáconos es dirigida por un solo obispo (pastor o anciano). Si esta fuera nuestra única base de argumentación ambas posturas estarían fundando sus posiciones en fundamentos argumentativos muy inestables y presuposiciones en la lectura gramatical. Pero al seguir avanzando en las mismas escrituras las dudas van desapareciendo, al comprobar la implantación histórica que los primeros creyentes hicieron en las iglesias locales, las dudas van desapareciendo, al observar el principio federativo que Dios aplica en toda su Palabra las dudas van desapareciendo, y al ver el ejemplo de las sinagogas las dudas van despareciendo. Volveremos a estos puntos en futuros artículos, pero sigamos ahora mirando los versículos que hacen referencia al liderazgo en la iglesia local nuevo testamentaria.

Tanto el apóstol Pedro como el escritor de Hebreos escriben a varias iglesias. Pedro escribe a las iglesias en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bithinia. Por eso en I Pedro 5:5, habla de los ancianos en forma plural pero muy posiblemente aquí se refiera a los hermanos “mayores en edad” dentro de la iglesia, no al oficio de pastor-anciano. Hebreos capítulo 13:7,17 y 24 hace referencia a los “pastores” en plural. Muchos usan estos versículos para defender una pluralidad de ancianos en la iglesia local, la pregunta que debemos formularnos es ¿a qué IGLESIA LOCAL iba dirigida la epístola a los Hebreos? El mismo nombre de la epístola nos da la respuesta, “hebreo” significa “el que viaja,” pudieran ser judíos convertidos, esparcidos por diferentes lugares, por eso no se dirige a una iglesia local específica, sino a un conjunto de creyentes. La palabra usada también es interesante pues aquí vemos el término “PASTOR” no “anciano”. Esto indica otra de las características del que ejerce este ministerio; “pastorear” es decir, alimentar, cuidar, proteger y dirigir al rebaño. Y en 13:20 nos habla del “gran pastor” Jesucristo. La palabra en griego es egoumenoi, la versión Inglesa KJ la traduce como “those that rule over you” la Biblia en Catalán “supervisors” la versión Castellana utiliza el vocablo “pastores.” Sin duda alguna la palabra aparece en plural, pero como hemos ya indicado la epístola no va dirigida a una SOLA iglesia, sino a un conjunto de hermanos esparcidos. En la salutación del v. 24 se utiliza la palabra en plural, pero también los saludos provienen de un conjunto de iglesias o hermanos “los de Italia”. Si consideramos la posibilidad de que Pablo fuera el autor de la epístola como parece indicar la evidencia interna del versículo 23 (la mención de Timoteo) y la similitud del 13:1 con Romanos 12:8 tendríamos entonces más fundamento aún para determinar que no hay contradicción entre las enseñanzas de I Timoteo, Tito o Hebreos. Es decir, la mención de  una pluralidad de iglesias requiere mencionar a los ancianos en plural, pero al referirse al carácter que debe tener el anciano (singular) dentro de la Iglesia local siempre aparece en singular.

Nuestro siguiente libro para examinar es el libro de apocalipsis capítulos 2 y 3. Allí encontramos la mención de “ángeles” –del término griego que podríamos traducir “mensajero”.  La pregunta que surge de inmediato es ¿Quiénes son y cómo deben ser interpretados estos personajes?

Los defensores de la pluralidad de ancianos argumentan que el libro de apocalipsis es simbólico y no debe ser usado para establecer doctrina. De esta manera se ha popularizado la visión reformada que el milenio es simbólico, que el rapto no existe, etc. Se llega a hablar entre ellos de “biblia-ficción” para referirse a algunas de las doctrinas que la mayoría de dispensacionalistas creemos. El problema básico es que no todo el libro de Apocalipsis es simbólico, y que el mismo libro nos revela (eso es lo que quiere decir apocalipsis) muchos de los símbolos que de otra manera sería imposible entender. Es un gran error decir que los ángeles de estos capítulos son personajes simbólicos, no lo son y prueba de ello es que el mismo libro nos informa que estos son una interpretación literal del símbolo presentado en el capítulo primero; las “estrellas”.  Así que estos personajes son reales. No podemos decir que se trate de seres “angélicos” como en otros lugares de la Biblia ya que las características y cualidades que se menciona sobre cada uno de los siete les hace seres responsables, con una autoridad sobre una iglesia y como deben dar cuenta a Dios de sus obras y de la doctrina. Debemos de nuevo ir al USO de la palabra tanto en la Biblia como en la historia para tener más entendimiento de a que se refiere la palabra “ángel”. ¿Cómo utilizaban esta palabra los primeros creyentes de la época apostólica y post apostólica? ¿Podríamos usar la palabra “ángel para referirnos a gobernantes terrenales, ministros, etc. El contexto del pasaje parece indicar claramente que estos son gobernadores terrenales, quienes tienen responsabilidad directa sobre lo que pasa y se enseña en sus congregaciones (las iglesias).  Una de las interpretaciones más ridículas y forzadas que he escuchado es pensar que estos “mensajeros” eran de hecho los “carteros” de cada una de las iglesias. Era a ellos que cada una de las cartas a la iglesia iba dirigida. La Nueva Biblia Scofield mantiene esta interpretación en sus notas a pie de página;
            “aunque esta es la palabra habitual para referirse a un ángel (gr. Angelos) a menudo la traducción es “mensajero.”  La explicación más natural en este contexto es que éstos eran hombres enviados por las siete iglesias para indagar sobre la condición del anciano discípulo exiliado en Patmos: pero representan a todos los que anuncian mensajes de Dios a una iglesia.”

El problema con esta interpretación es que es justamente eso, una interpretación sin base histórica, lingüística o hermenéutica correcta. En toda la  Biblia no hay un lugar que a un “cartero” se le exija la responsabilidad espiritual de dar cuenta por el grupo de creyentes que le ha enviado. Pablo utilizó varias veces “carteros” y amanuenses para sus epístolas, su función fue desde las sombras y una función de servicio no de responsabilidad. Lingüísticamente la preposición griega “al” de la frase “escribe al ángel” muestra que esa carta va dirigida a él, y en el contexto se le demanda a él la responsabilidad por la iglesia, (3:1) luego también hay unas palabras dirigidas a la iglesia como conjunto. Históricamente no he encontrado referencia alguna que los carteros recibieran el nombre de “ángeles” y decir que estos hombres eran los enviados por las siete iglesias para indagar sobre la condición del anciano discípulo exiliado es una afirmación sacada de un sombrero de copa que no tiene ni base histórica ni argumentación para defenderla. Si que existen referencias directas en la utilización del vocablo durante los primeros siglos de la iglesia para referirse a los “pastores” como “Angeles” de las Iglesias.
La pregunta queda pues en el airé; ¿Quiénes eran? Invito al lector a leer mi artículo “los Ángeles de las Siete Iglesias”, seguro encontrará allá una respuesta ampliada de lo que ahora ya estoy perfilando en estas líneas. Pero nos vasta aquí decir que esos ángeles era otro nombre designado para los Pastores de aquellas iglesias locales.

La pregunta principal pues que estamos discutiendo es si es correcto tener un “líder principal” entre otros muchos líderes. Los defensores de la pluralidad de ancianos argumentan que no tenemos el derecho de  tomar un pasaje que revela pluralidad de ancianos en una iglesia y concluir que algunos de esos ancianos eran ayudantes de un anciano principal. Tal y como hemos ya mencionado el problema es que ellos ASUMEN que el gobierno de esas iglesias ya había llegado al estado final de su organización (a pesar de que Timoteo es mencionado en Efesios después que Pablo se reunió con los ancianos en hechos 20, siendo esto señal de que tal vez Timoteo era el Anciano principal (pastor) en la Iglesia). Los defensores de la pluralidad de ancianos también asumen que las palabras como “ancianos” o “obispos” implican una igualdad sin distinción. Sin embargo, Pablo escribe en sus epístolas diciendo que los “hijos deben someterse a los padres” (Col. 3:20). Tanto el padre como la madre tienen el mismo oficio de ser padres. Sin embargo, esto no quiere decir que ambos tengan la misma función dentro del matrimonio o que el varón no sea cabeza de la mujer. De la misma  manera podemos hacer mención que el “sumo sacerdote”  y los sacerdotes en general son mencionados repetidas veces como “sacerdotes” generalizando su función u oficio. De esta misma manera podemos argumentar que una carta dirigida a los pastores de una iglesia no implica necesariamente que todos los pastores de esa iglesia sean iguales en función y en responsabilidad (pastor de jóvenes, pastor de música, pastor adjunto, co-pastor, etc.)

Gene A. Getz (pastor principal de la iglesia Fellowship Bible Church North en Plano, Texas) escribió un libro titulado “Elders and Leaders: God´s Plan For Leading the Church” (2003). Aunque no puedo estar de acuerdo con todo lo que dice en este libro el testimonio de Getz es muy esclarecedor  en cuanto al tema de la pluralidad de ancianos. Getz empezó siendo un defensor de la pluralidad de ancianos y estaba en contra de un solo pastor, pero más tarde reconoció que estaba equivocado y que había reaccionado erróneamente:

“El año era 1968… mientras yo me enfrentaba a los viento del cambio que estaban soplando en nuestra nación a finales de los 60 y principios de 1970, mis estudiantes me retaron a que diera un vistazo renovado a lo que Dios quería que su iglesia llegara a ser. Uno de los grandes principios que llamaron mi atención durante este proceso fue el tema de la “pluralidad de ancianos”… déjenme ser perfectamente honesto. Yo estaba inicialmente tan entregado al principio de la pluralidad en el liderazgo que yo, a veces, menoscababa y, en algunos aspectos, negaba la importancia de tener un líder principal fuerte… Santiago, el medio hermano de Jesús, era el líder principal de los ancianos de Jerusalén. Esto se hará mucho más claro a medida que continuemos desarrollando esta historia bíblica. El Nuevo Testamento definitivamente enseña e ilustra que cuando hay una pluralidad de liderazgo, alguien necesita funcionar como el líder principal del equipo… este es el diseño de Dios – desde el momento que él escogió a hombres como Moisés, Josué, Samuel, y Nehemias en el Antiguo Testamento, y Pedro, Pablo,  Timoteo, y tito en el Nuevo Testamento- que siempre ha tenido un líder clave en el lugar para dirigir a su pueblo. ¿Por qué deberíamos pensar de forma diferente cuando involucra a ancianos/presbíteros en la iglesia local? … Por años, yo serví junto con un pastor muy dedicado y quilificado en nuestro equipo que anteriormente  había servido en otra iglesia como “pastor principal”. Por desgracia, muchos de sus ancianos no eran líderes piadosos. Algunos de estos hombres    frustraron    los sinceros deseos de mi amigo  de dirigir a la iglesia para llegar a ser una comunidad de amor y testimonio en el mundo. Tristemente este hombre solía regresar de las reuniones del consejo literalmente enfermo de su estómago… desgraciadamente, tal y como Pablo había advertido a los ancianos de Efesio, algunos “lobos” se habían convertido en una parte del liderazgo en la iglesia, y el “principal pastor” era su objetivo… un equipo que se apoya mutuamente será de ayuda y reforzará el ministerio del líder principal. Claramente un equipo que no le sostiene puede minar su ministerio… Está claro desde la totalidad de la historia bíblica en el Nuevo Testamento que Dios no pretendía que un grupo de hombres funcionaran sin un líder principal. Tampoco planeó que una iglesia tuviera co-lideres. Aunque utilizar co-lideres puede parecer que funciona en un principio, normalmente esto lleva a una ineficiencia serie y a posibles conflictos. .. Francamente, en mis primeros años… yo intenté practicar un co-liderazgo… En términos de nuestro propio rol, el otro líder y yo nos encontramos en una situación tentativa en el liderazgo ya que ambos teníamos miedo de no tener consideración el uno hacia el otro… Recientemente, Yo recibí la siguiente carta. “Incluso en una situación de co-liderazgo que funciona bien, como la que yo me encuentro, donde ambos compartimos una filosofía de ministerio similar, aun así tenemos ideas diferentes y visiones un poco diferentes  en cuanto hacia donde debe dirigirse la iglesia estratégicamente. Esto quiere decir que ambos pastores son frenados a la hora de realmente dirigir la iglesia hacia adelante. No hay un líder visionario principal, y yo creo que nuestra iglesia ha sufrido debido a esto… el péndulo se ha balanceado demasiado lejos en la otra dirección, donde la idea del trabajo en equipo y co-liderazgo está siendo tan  sobre enfatizada que nadie quiere dar un liderazgo principal en la iglesia.”[5]

Getz en su libro continúa hablando sobre este tema explicando lo poco realista de la situación donde un pastor tiene que someterse a la voluntad de un consejo de ancianos todos al mismo nivel de toma de decisiones. Nos dice Getz, “nunca he conocido un pastor que opera bajo estas circunstancias que no esté terriblemente desanimado.. Por desgracia, algunos pastores principales han orquestado para ellos mismos esta posición. Creen tan firmemente en ser “siervos-lideres” que sin saberlo han dejado su autoridad.”[6]

Una analogía similar puede hacerse con el marido que queriendo tener una igualdad de toma de decisiones en el hogar y liderazgo en el hogar deja sus responsabilidades, al final su autoridad se ve comprometida y se convierte en un “marido ausente” en un hombre que pasivamente ignora su responsabilidad ante Dios. Esto pasa cuando un pastor responsable de una iglesia deja a un lado su responsabilidad para otorgarla a un conjunto de hombres que dicen tener la misma autoridad, y derechos de gobernar la iglesia. Alguien tiene que ceder si se quiere llegar a una unidad de decisiones, alguien tiene que dejar sus prioridades o ideas, creencias o convicciones en favor del bien común. Lo terriblemente real es que los hombres de carácter más sumiso y humilde dejan el lugar a la presión de otros hombres con más temperamento, persuasión y que ejercen más presión sobre el resto. Al final, son estos últimos los que se convierten en “el anciano” mientras que el conjunto de los demás dejan a un lado el derecho equitativo a gobernar la iglesia para no crear una falta de unión. Lo triste es que muchas veces esta idea es presentada de forma muy espiritual hablando sobre la unidad y guía del Espíritu, diciendo que el consejo de ancianos no toma una decisión hasta que no existe total armonía y unión en el consejo. Aunque no dudo de la realidad espiritual de este principio que debe gobernar TODA la iglesia local si pongo en duda que eso sea realmente lo que sucede en las iglesia regidas por un consejo de ancianos con ”igual” poder decisivo. De hecho esto entra dentro de lo normativamente normal, ya que Dios nunca ha creado un ser de varias cabezas pensantes. El liderazgo en la biblia siempre presenta a un hombre delante de un grupo, tanto en el Antiguo Testamento, en el reinado de Israel, en la forma del Sacerdocio con un sumo sacerdote, en el tiempo de los Jueces levantando un juez en un momento dado y luego otro, en el ministerio Profético, en el hogar, en la familia… ¿y que nos hace pensar que la iglesia local debe seguir un patrón totalmente diferente? Se argumenta que en la Iglesia Cristo es el pastor, de hecho la Biblia lo menciona como “el príncipe de los pastores.” Con esta argumentación se concluye que no debe haber un solo pastor en la iglesia local… pero se olvida acaso que en el Antiguo Testamento Israel estaba bajo una teocracia y aun así Dios levantó hombres (incluidos reyes) que dirigieran a la nación aquí en la tierra.  A este patrón es lo que llamo “el principio federativo”. El patrón Bíblico que Dios establece es la responsabilidad del liderazgo federativo acompañado de un conjunto de consejeros y ayudantes (trabajo en equipo). El Anciano tiene que tener un corazón de siervo, no ser un déspota que diga “aquí se hacen las cosas como yo digo porque yo soy el pastor”. Este no es el diseño de Dios, esto es de la carne y produce más mal que bien…. Pero que existan déspotas que gobiernan no quiere decir que tengamos que romper en total anarquía las formas de gobierno impuestas por Dios.

Hay un último argumento que desearía tratar en este artículo.  Por lo que entiendo existen diferentes posturas dentro de los que defienden la pluralidad de ancianos. Algunos enseñan que la congregación en asamblea es la única con el derecho de aceptar o rechazar a miembros, o dar ministerios en la iglesia. Otros defienden que es el consejo de ancianos quien toma ese tipo de decisiones. Aquellos que atacan la idea de un pastor dirigiendo a un consejo y vituperan esa forma de gobierno no caen en el error que ellos mismos argumentan. ¿Acaso no es igual de despótico un conjunto de ancianos (digamos tres) que toman todas las decisiones? ¿No es la misma idea papista de los cardenales decidiendo lo que debe hacer la congregación? Lo que dice el “consejo” es lo que se hace. ¿Dónde está ahí la voz de la congregación? No debe extrañarnos la similitud de ideas entre la Iglesia papista y la postura de pluralidad de ancianos, pues debemos recordar que las Asambleas de hermanos fueron el resultado de salir de la Iglesia de Inglaterra. Fue una reacción en contra de un solo obispo y un solo gobernante y pensaron que la solución era una pluralidad de personas que formaran un consejo… pero al final ese consejo se convierte igualmente en un grupo muchas veces dictatorial.

El argumento pues que un pastor por necesidad es un déspota que abusa de su autoridad y poder decisivo es totalmente erróneo ya que un “consejo” puede convertirse igualmente en un déspota gobernante. Aunque no podemos ignorar el abuso dentro de muchos que funcionan como líderes, no por ello debemos destrozar el sistema establecido por Dios. No porque haya hombres que maltraten a sus esposas tenemos que concluir que el matrimonio es horrible y terminar con la idea de la familia que implica un varón cabeza de su mujer. Excesos y abusos nunca deben ser usados en un argumento para así aceptar el error contrario. Los defensores de la pluralidad de ancianos a veces utilizan el argumento de que una congregación no puede librarse de un pastor abusivo… pero este argumento es aplicable igualmente a Iglesias dirigidas por un consejo de tres o cuatro hombres que lo deciden todo y la iglesia no puede hacer nada para cambiar esa situación. De hecho la mayoría de Iglesias bautistas con un pastor al frente, son en realidad gobiernos congregacionales donde la asamblea es quien toma las decisiones principales y el pastor actúa como el “maestro” de la congregación, como el “guía” espiritual, como el “siervo” que cuida el rebaño.

Pero nuestra postura en este tema debe estar basada en la Palabra de Dios, y por lo que leo y entiendo la biblia en ningún momento defiende una iglesia dirigida por un conjunto de hombres, sino que muestra como la iglesia local debe ser dirigida por un pastor-siervo acompañado de un consejo, reforzado por un conjunto de diáconos bajo la supervisión, apoyo y oración de la congregación. El ejemplo de Santiago en el libro de Hechos (Hch. 12:17), el liderazgo de Timoteo en Efeso, Epafras en Colosas (Col. 4:12), Epafrodito en Filipos (Fil. 2:25), la obra de Apocalipsis 2 y 3 con los ángeles, la mención de la singularidad en algunos pasajes, el principio federativo que Dios utiliza a un hombre para llevar a cabo su voluntad apuntan hacia una defensa de la postura de un pastor/siervo.

Pero a parte de esta expresión bíblica la historia de la iglesia es testimonio perene de la postura que presentamos. Los padres de la Iglesia, aquellos hombres que tomaron el lugar de los apóstoles después de su muerte, no defendieron pluralidad de ancianos, sino implementaron iglesias con un solo “obispo”. Ignacio escribe a muchas iglesias con un solo pastor, algunas de esas iglesias eran las mismas a las cuales el Señor Jesús les había enviado una carta (Apocalipsis 2 y 3). Para los defensores de la pluralidad de ancianos la historia es un testigo demasiado fuerte en contra de su postura. ¿Cuál es entonces su interpretación de esa historia? Ellos dicen que pronto en la historia vemos una “perversión” del plan divino y la iglesia utilizó la estrategia humana y los patrones mundanos del gobierno de roma o del ejército para gobernar la iglesia. El mismo Waldron (defensor de la pluralidad de ancianos) interpreta las palabras de Ignacio a su manera asumiendo algo que es imposible sostener por el mismo texto de Ignacio. Dice Waldron; “Pudiera ser que las Iglesias en Asia tenían sistemas “primus inter pares” (primeros entre iguales) y que Ignacio asumió que ellos eran sistemas “primus”… tal error sería fácil de hacer para el apasionado Ignacio…”[7]

Es interesante notar que Alexander Strauch utiliza esta expresión primus intere pares usada por Ignacio para defender el concepto de pluralidad de ancianos. El hace referencia a que era un término “usado por los romanos…” y de ahí desarrolla su presentación… ¿pero es la postura que él defiende una interpretación de la verdad histórica? Creo que su libro merece una buena argumentación.

Al igual que el escritor Joey Faust en su artículo “Elders: Singular or Plural?” Me parece a mí que son los defensores de la pluralidad de ancianos quienes apasionadamente defienden su postura con argumentos interpretativos y asunciones de hombre de paja más que en una verdad bíblica históricamente comprobable. Pero no hay duda alguna que ellos han expresado sus posturas abierta y apasionadamente mientras aquellos de tradición bautista han estado más bien callados simplemente aceptando su tradición sin cuestionar nada de ello. Creo que yo mismo he caído en ese error de no defender lo que creo. De esto me hizo dar cuenta una hermana, acérrima defensora de la pluralidad de ancianos, al preguntarme si yo había estudiado suficientemente este tema. No quise ofenderla en mi respuesta, pero después de haberme pasado doce años en un seminario y graduarme con un doctorado en Teología creo que es “asumible” pensar que había estudiado el tema, tal vez mi error era que no lo había manifestado tan alto y claro como ahora lo estoy haciendo.

Mi oración es que esta serie de artículos arroje más luz a este tema y pueda explicar porque en muchas iglesias locales seguimos la postura Bíblica de un pastor, con un consejo de ancianos, acompañado de un grupo de diáconos, en un gobierno congregacional.



[1] Alexander Strauch, “Biblical Eldership: Restoring the Eldership to its Rightful Place in the Church”
[2] Paul E. Engle and Steven B. Cowan, Who Runs The Church? Four views On church Government” (Grand Rapids: Zondervan,  2004).
[3] Paul E. Engle and Steven B. Cowan, “Who Runs the Church? Four Views on Church Government” (Grand Rapids: Zondervan, 2004). P. 134, 283-285.
[4] Idem, p. 284
[5] Gen A. Getz, “Elders and Leaders; God´s Plan For Leading the Church” (Chicago: Moody, 2003), p. 17-18, 60, 217, 223, 242-243, 252-254, 256.
[6] Idem. P. 258
[7] Paul E. Engle and Steven B. Cowan, “Who Runs The Church? Four Views On church Government” (Grand Rapids: Zondervan, 2004) p. 197

martes, 2 de junio de 2015

EL ENOJO Y LA TRISTEZA



Marcos 3:5 . Entonces, mirándolos alrededor con enojo,  entristecido por la dureza de sus corazones….”

Proverbios 22:24-25

Fu extraño para mi encontrar este versículo en la serie de mensajes expositivos que estamos dando en los Evangelios. Hay dos palabras aquí que se unen a la reacción de Cristo ante una situación donde su Deidad estaba siendo puesta en duda por los líderes religiosos y la falta de misericordia por el legalismo estaba siendo manifestada. Jesús se sintió “enojado” y “triste”. Nos parece extraño que esas dos palabras puedan relacionarse con Cristo.
Si buscamos dichos términos en una concordancia “enojo” y “tristeza” pronto descubriremos algunos principios básicos:
  • 1.       La Biblia no muestra que estos sentimientos por si solos sean pecados, Cristo era perfecto, El nunca pecó.
  • 2.       La razón por la que uno se entristece o se enoja muestra lo que hay en su corazón y por qué se indigna, si por motivos justos o por motivos injustos. Eso determina el carácter y el tipo de persona que es.
  • 3.       La “duración” de ese sentimiento muestra si tenemos control sobre nuestro sentimiento o no. Si dejamos que esos sentimientos nos controlen y no los dominamos entonces hay un problema donde el sentimiento es mayor que nuestra capacitación espiritual y nuestro control de la voluntad.
  • 4.       “El objetivo” de nuestro enojo (lo que lo ha motivado) y nuestra acción o respuesta hacia ese objetivo (la persona o la injusticia) muestra que tipo de corazón tenemos.
  • 5.       La “respuesta” de nuestra tristeza muestra si esta nos controla en base a la frustración a la ansiedad, la ira o es el resultado de un amor genuino que ha sido herido.
  • 6.       Una persona que se encuentre “enojada y triste” no quiere decir iso facto que sea poco espiritual o se deje llevar por su carnalidad, de la misma manera lo que aquí estamos exponiendo no es excusa para que una persona carnal encuentre una excusa para justificar su enojo o su tristeza depresiva causada por no salirse con la suya.

Cuando pensamos “que haría Jesús” podemos decir que la opción de “tomar un látigo” entra dentro de las posibilidades. Alguna veces mostrar nuestro enojo entra dentro de las posibilidades espirituales de un hombre de Dios. Pablo fue un hombre de conflicto. Vivió asumido en conflicto y seguido por conflictos. Llamó “hipócrita” al apóstol Pedro y lo confrontó por su disimulación (Gálatas 2:13), a Ananías le llamó “pared enblanqueada”  “insultándole” (Hechos 23:1-5) (a pesar de tener la razón pidió perdón por que atacó lo que aquel hombre representaba), habló mal de otros diciendo que Demás lo había abandonado amando más a  este mundo (II Timoteo 4:10), de Alejandro el caldero que la había hecho mucho mal (I Tim. 1:20, II Tim. 4:14) y en los momentos de su prisión se sentía que todos le habían abandonado (II Tim. 4:11) Estaba triste. Era un hombre enojado y triste. ¿Pero quién de nosotros se atreve a decir que no fue un hombre bajo la influencia y poder del Espíritu Santo? ¿Quién de nosotros está a su altura espiritual y a la altura que Dios le usó?
Algunos no tienen sangre en sus venas sino horchata. Creen que ser “espiritual” es seguir la filosofía budista de “harmonía con el universo” de “no confrontación´´ olvidan que la verdad y la libertad no es un derecho dado gratuitamente, muchas veces es recibida mediante la lucha y el conflicto, ha de ser defendida y protegida y eso implica muchas veces el sufrimiento de la confrontación. Las grandes verdades doctrinales que hoy creemos tuvieron que ser defendidas en concilios donde la herejía y el error fueron expuestos y denunciados, el pecado tiene que ser expuesto y denunciado, la actividad de la iglesia es ser sal y luz, los hermanos que andan desordenadamente deben ser llamados al orden, el pecado tiene que ser frenado en la iglesia. La permisividad que sacrifica lo que es correcto para mantener un ambiente tranquilo termina produciendo aún más conflicto. Hacer lo que es bíblicamente correcto  sin duda alguna producirá “enojo y tristeza.”  Evadir el conflicto en esos casos no es muestra de espiritualidad sino de la permisividad pasiva que hace más mal que bien.
“el enojo y la tristeza” son dos sentimientos, dos estados del alma, que no siempre son necesariamente pecado. Creo que son la respuesta de nuestro espíritu ante las situaciones de injusticia, calamidad, dolor y frustración. Cristo no pecó cuando tuvo este sentir. Su enojo provenía de la santidad de su ser, su tristeza era el pesar de un corazón que amaba como ningún otro corazón había amado.
La Biblia nos exhorta a  que “no se ponga el sol sobre nuestro enojo.” (Efesios 4:6). La Biblia nos exhorta a que no demos lugar a la venganza –enojo descontrolado que busca la destrucción del adversario- (Romanos 12:19 ) la Biblia nos exhorta a que saquemos de nosotros el “enojo” (Efesios 4:31) y en este contextos es el enojo producido por el pecado no por la justicia. Cualquier conflicto en la vida produce reacciones y siguiendo el principio de la física “una reacción produce otra reacción de igual fuerza pero en dirección contraía a la primera reacción.” En esto se basa el péndulo de Newton.  Pero nuestras reacciones no pueden ser descontroladas. Nuestras respuestas ante un conflicto requieren verdadera humildad y mantener nuestras emociones bajo el control del Espíritu Santo. Debemos mantener nuestros sentimientos bajo la guía firme de la Palabra de Dios, porque muchas veces una “respuesta controlada” producirá más bien y ayudará más en la resolución de un conflicto que una “reacción emocional” totalmente descontrolada. Las personas que no controlan sus emociones muchas veces son las que causan más mal o son incapaces de resolver un conflicto. (Proverbios 16:32)
Cristo fue sin duda alguna un hombre emotivo. Lloró cuando su mejor amigo murió, lloró viendo la ciudad de Jerusalén que le había rechazado, se compadeció de las multitudes al ver su necesidad, se entristeció al ver las falsas acusaciones por parte de los fariseos y su falta de misericordia, se entristeció en Getsemaní al punto de la agonía, se enojó ante la hipocresía de los líderes religiosos, tomó un látigo para limpiar la casa de su padre… y en todo ello no pecó.
Quiera Dios darnos la sabiduría necesaria para guiar y controlar nuestro espíritu, nuestras emociones y sentimientos. Quiera el Señor guiarnos a resolver conflictos de una manera correcta, guiados por el Espíritu Santo, que nuestras acciones no sean reacciones sino respuestas genuinas de nuestra alma intentando buscar el bien de los demás, la predicación del Evangelio y la defensa de la verdad. Aquello que nos entristece o enoja define lo que somos. Se conoce a un hombre más por sus enemigos que por sus amigos, así que podemos decir que aquello por lo cual luchamos es lo que determina en que bando de la verdad estamos. Toma sabiduría, toma el poder de una vida controlada por el Espíritu Santo hacer lo que es correcto. Así que la próxima vez que tengas un sentimiento de enojo y tristeza, pregúntate a ti mismo ¿estoy haciendo lo que haría Jesús?


jueves, 12 de febrero de 2015

Antiguas tablillas Cuniformes Confirman la historicidad de la Biblia







Hace unos días atrás escribía un artículo sobre el descubrimiento de Papiros Bíblicos en las máscaras de momias egipcias. Hoy una vez más ha llegado a las noticias de todo el mundo un nuevo descubrimiento arqueológico que me hace pensar en las palabras del Señor cuando dijo “si estos callaran… las piedras clamarían” (Lucas 19:40 ). No hay duda que las “piedras” del pasado están ahora hablando más fuerte y claro que nunca, cada vez que la pala y el cepillo desentierran el pasado los testigos de vestigios olvidados aparecen clamando en defensa de la infalibilidad de las Escrituras.

JERUSALEN - Más de 100 tabletas que se remontan a los tiempos del reinado de Nabucodonosor en Babilonia, ahora el actual Irak, han sido puestos en exhibición en Jerusalén como un testimonio más de la confiabilidad de las Escrituras.

Las tabletas de tamaño de la palma, que ofrecen una visión de la vida de los Judios durante el tiempo que vivieron en el exilio en Babilonia, se habían descubierto en Irak pero fueron a parar a manos de un coleccionista israelí con sede en Reino Unido según él mismo dijo al ser adquiridas en una subasta. Los artefactos contienen la escritura en los antiguos signos acadios, me refiero a la escritura cuniforme. En estas tabletas muy parecidas a las miles encontradas en Ebla se documenta con todo tipo de detalle las transacciones, operaciones y contratos entre Judíos en los años 500 antes de Cristo.

Hacen mención a una familia de Judea durante cuatro generaciones: un hombre llamado Samak-Yama, su hijo, su nieto y cinco niños de su nieto. Algunos de los nombres citados en las tabletas incluyen referencias a Yah, como Netanyahu (el mismo nombre que hoy tiene el ministro de Israel) y Shalemiyahu, nombre que significa “el nombre de Dios o Yahvé.”

Como se indica en el Antiguo Testamento, que es conocido por los Judios como el Tanaj, Nabucodonosor, rey de Babilonia destruyó el templo de Salomón en Jerusalén y obligó a muchos Judios a ser llevados al exilio. Muchos arqueologoso han hablado de este tiempo como el tiempo de la “tierra asolada”, pero las investigaciones del Dr.Lipschits de la Universidad de Tel Aviv presentadas en su libro “The Fall and Rise of Jerusalem” muestran una continuidad del orden económico y socio-politico del reino de Judá convertido ahora en un reinado de vasallaje, sin rey ni familias nobles.

La deportación Babilonica por Nabuconodosor y la destrucción de Jerusalem y especialmente del templo está ampliamente narrada en el Antiguo Testamento


"Pero después que nuestros padres provocaron a ira al Dios del cielo , él los entregó en manos de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruyó esta casa y llevó cautivo al pueblo a Babilonia," Esdras 5:12 .

"Había en Susa residencia real un varón Judio cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjamín, el cual había sido trasportado de Jerusalén con los cautivos que fueron llevados con Jeconías rey de Judá, a quien hizo transportar Nabucodonosor rey de Babilonia "Ester 2: 6

Estos versículos también esbozan la historia de Esther, quien más tarde se convertiría en la reina de Persia, actual Irán.

El Salmo 137: 1 también describe la tristeza de muchos Judíos durante este tiempo en el exilio cuando recordaban añorados su hogar en Judá y clamaban "Por los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión."





Los historiadores creen que el descubrimiento de estas 110 antiguas tablillas es un hallazgo fascinante. Es de hecho el testimonio más antiguo encontrado hasta ahora fuera de las Escrituras de la deportación babilónica. Arroja mucha luz a la vida y asentamiento de los cautivos en Babilonia y como se ha señalado en foros y artículos de prensa llega a asombrar la rapidez con la que los Judíos cautivos se acostumbraron a su nueva vida en el exilio. Mucha de la documentación presentada en las tabletas es casi aburrida, pero los datos que aportan como ventas de terreno o acuerdos. También mencionan el río de Chebar señalado en Ezequiel 11

El experto en historia y arqueología de Babilonia, Filip Vukosavovic, dijo que "Empezamos a leer las tabletas y en pocos minutos estábamos absolutamente atónitos". Dirigiéndose a los periodista añadió; "Se llena un vacío crítico en la comprensión de lo que estaba pasando en la vida de judíos en Babilonia hace más de 2.500 años." "Por un lado están llenas de detalles aburridos, pero por otro se aprende mucho acerca de quiénes eran esas personas exiliadas y cómo vivían".

El cineasta y autor Simcha Jacobovici, escribió en un artículo para el Huffington Post la semana pasada que las tabletas subrayan la exactitud de las Escrituras. Es interesante que esta sea la afirmación de un cineasta conocido por su continuos ataques al Jesús histórico que presenta el Nuevo Testamento.

"Este descubrimiento es una notable confirmación de la fiabilidad histórica del texto bíblico", dijo. "También es un recordatorio de que muchas personas vivieron una vez en Irak."

Las tabletas están ahora en exhibición en el Museo de las Tierras Bíblicas de Jerusalén, y estarán disponibles para el público para el próximo año.

viernes, 30 de enero de 2015

EL MATRIMONIO DESDE UNA PRESPECTIVA HISTORICA



Los sociólogos de hoy en día reconocen que existe una diferencia entre el matrimonio como un acto, evento, o incluso un proceso, y la familia como un estamento social  base de nuestra cultura.  El matrimonio es la unión legal entre un hombre y una mujer y la ceremonia que se realice para iniciar dicha relación como esposa y esposo.  La familia es la institución social desarrollada alrededor de la relación existente entre una madre y sus hijos creando el clima necesario en el cual la naturaleza humana puede ser desarrollada.  El matrimonio y la familia por lo tanto constituyen dos sistemas diferentes aunque los dos se encuentran unidos por un mismo nexo.  Esto es especialmente verdad en las zonas del mundo desarrollado donde el matrimonio puede permanecer sin hijos por algunos años, o incluso no tener, y por definición anteriormente expuesta, estos matrimonios no se convierten en familias propiamente dichas.  La familia es un sistema mucho más complicado y comprometedor que el matrimonio.  Liga a los padres con los Hijos.  Los hijos son colocados bajo el cuidado y responsabilidad de los padres. A veces incluso el círculo familia incluye abuelos u otros familiares necesitados de cuidados.

            Mirando atrás en el desarrollo histórico del matrimonio mi propósito en la presente exposición es centrarnos en las características identificadas con el matrimonio dentro de los márgenes Bíblicos a lo largo de los diferentes periódicos históricos. 

La vida familiar Palestina en los Tiempos Pre-Semíticos


            Elementos semíticos y Palestinos fueron introducidos en la cultura Hebrea debido a la influencia Aramea, Amorita, y de un gran número de razas asiáticas que componían las zonas de Elam y Babilonia de donde descendieron los Hititas y los Hurrianos.
            No existen evidencias de mucho peso que demuestren la existencia de matrimonios poliandricos dentro de los primeros hebreos.   Sin embargo sí que existen evidencias de costumbres matriarcales, aunque debemos considerar dichas evidencias faltas de peso y más bien débiles. 
            Arabia era la cuna de la tierra de Sem.  Fue allí donde los investigadores han encontrado que la existencia de matrimonios ogomanos fueron conocidos desde tiempos ancestrales, y por lo tanto debemos concluir que también bien conocidos para los primeros Semitas.  Es interesante hacer notar tres tipos diferentes o desviaciones de este tipo de matrimonio tradicional. 

1.      Poliandria: un sistema familiar constituido por una pluralidad de maridos. 

  1. Matrimonio Beena: Donde el marido va a vivir en el mismo poblado que su esposa y los hijos nacidos se consideran miembros de la tribu.  El matrimonio de Jaco con Lea y con Raquel fue de este tipo (Gen. 29:28).
  2. Matrimonio de tipo Mota: se diferencia del matrimonio tipo Beena simplemente porque la duración de esta condición es mucho menor. 

Aunque algunos sociólogos han intentado demostrar mediante las teorías de la evolución que al  principio los núcleos familiares o triviales no estaban compuestos por matrimonios monógamos, las investigaciones de algunos eruditos han sacado a la luz que todo lo contrario, la unidad familiar era la base de la sociedad dentro de las culturas más primitivas.

B.        El Matrimonio dentro de los Tiempos Bíblicos.

Las fuentes más fructíferas para que podamos comprender la naturaleza de la familia y de sus ligamentos se encuentran en el Antiguo Testamento especialmente en el pentateuco y en el Libro de Ruth.
            La historia de la creación de las dos primeras personas nos revela un matrimonio de tipo monógamo como la expresión de la específica voluntad de Dios.  La Poligamia apareció primeramente en la rebelde descendencia de Caín, cuando Lamech tomó dos esposas. 

1.                  El matrimonio en los tiempos pre-exilicos. 

La Biblia nos presenta evidencias de un cierto tipo de evolución de las relaciones matrimoniales sin darnos exclusivamente todos los detalles.
            En el periodo de los patriarcas, por ejemplo encontramos que Abraham se casó con su medio-hermana.  Más tarde las leyes dadas por Moisés prohibirían dicha relación.  En los tiempos patriarcales se recogen otros ejemplos como el caso de Jacob, donde el mismo hombre se casó con dos hermanas.  De nuevo, la misma Ley de moisés prohibiría esto años más tarde.  Muchas de las instituciones que se desarrollaron durante el tiempo de los patriarcas desaparecieron más tarde. 
            La creación de nuevas relaciones matrimoniales en los primeros tiempos del  Antiguo Testamento debe de ser entendida comparándolas con el contexto histórico de las relaciones y papeles diversos dados a cada miembro de la familia.  Las relaciones entre hermanos por ejemplo eran de vital importancia.  Un hermano en este tiempo era tan importante como toda la familia, o incluso como todos los miembros de una tribu.   Cada hermano estaba obligado a ofrecer protección y ayuda a todos los demás hermanos cuando la situación así lo requería.  El “Goel”, que significa protector o “redentor” era un pariente cercano obligado a librar a su hermano de la esclavitud,  obligado a comprar el patrimonio familiar que había sido vendido por necesidad, obligado a enterrar a su hermano o hermana muertos, obligado a cumplir todas estas leyes incluida la que pedía vengar la sangre de su hermano asesinado. 
                        Bajo los jueces y la monarquía, Israel cambió aumentando la práctica de la poligamia. La Bigamia fue reconocida como un asunto legal (Deut. 21:15-17).  Pero aparece claro que la forma más común de matrimonio en Israel era la monogamia.  No encontramos ningún caso de poligamia en los libros de Reyes y Samuel. Los salmos o libros poéticos no mencionan tampoco casos de poligamia.  El libro apócrifo de Tobías, que narra una historia familiar, tampoco menciona ningún caso de poligamia.  La imagen de un matrimonio monógamo era en la mente de los profetas la representación de Israel como la esposa escogida.  El mismo Ezequiel presentó esto en forma de alegoría.  (Ez. 16)

El matrimonio en Tiempos Postexilicos.

                        Durante el tiempo post exilicos la familia pasó por varios cambios pero permaneció orientada primordialmente a la cultura oriental y patriarcal en su carácter.  La práctica más generalizada era el matrimonio monógamo. El padre tenía la responsabilidad de educar a sus hijos y de entrenarlos de algún modo práctico y útil. Las tradiciones Hebreas ayudaron a preservar algunos reglamentos y convicciones de carácter moral y pureza sexual mucho más altos que los estándares de algunas culturas del medio oriente. 
            Los Babilónicos por ejemplo mantenían monogamia, pero los asirios eran polígamos. 
            No existe una información directa sobre el periodo del segundo templo.  Parece que seguían teniendo relaciones monógamas pero hubo algunas excepciones.  Las parejas, la naturaleza y cantidad de la dote, y otras decisiones eran tomadas por los padres. 
                        Algunos documentos antiguos como el papiro Elephantine demuestran que la dote o mohar era considerado pertenencia de la mujer, aunque normalmente era dado al padre.  En el periodo del segundo templo  el mohar fue remplazado por la suma registrada en el Kethubah (o matrimonio bajo contrato).  Para una novia virgen la suma sugerida era unos 50 shekels de plata y para una novia que fuera viuda o divorciada, el total era reducido a la mitad. 
            Según la ley del Kiddushin esto quería decir que la novia podía ser comprada (desposada) tanto por dinero como por un pequeño contrato o por cohabitación.  El desposorio por contrato fue suspendido durante la edad media.  En el caso de boda celebrada por cohabitación, el hombre y la mujer entraban en una habitación privada, habiendo hecho una declaración previa delante de testigos de su deseo de vivir juntos.  Al final y siguiendo el periodo del segundo templo, se acostumbraba que la boda de una virgen se celebrara en miércoles.  Esto era debido a que si el esposo no encontrase la señal de la virginidad de la muchacha entonces podría presentar el caso a los tribunales el jueves.  Las viudas y divorciadas celebraban su matrimonio en jueves para que así pudieran disfrutar con su esposo dos días ininterrumpidos antes del sábado. 
            El concepto judío predominante es que el matrimonio era el estado ideal para el hombre.

Matrimonio Durante el periodo Talmúdico.

            La fuerza del pueblo de Israel era reflejada por los fuertes lazos del matrimonio.  Toda la vida de los judíos, incluida su vida íntima sexual estaba supeditada y controlada por la vida religiosa.  Los factores sociales, incluida la acumulación de masas judías dentro de la clase social media contribuían a la creación de un auto-control sexual.  En este apartado del comportamiento sexual los Rabíes escogieron la auto moderación.  Lucharon en contra de cualquier desenfreno con bastantes buenos resultados.  No consideraban, de la misma forma que lo haría Pablo, que el apetito sexual fuera malo en sí mismo, pero debía estar vinculado a los lazos del matrimonio.
            Los legisladores del Talmud no elevaron el matrimonio a un nivel de sacramento, pero tampoco lo consideraban un mero contrato de la ley civil.  El acto que establecía la comunión entre el marido y la esposa recibió el nombre de kiddushin, o “santificación” sin implicar el carácter indeleble del sacramento.  En general la vida matrimonial era algo visto como sagrado y bajo el orden directo y control de la providencia. 
                        Los escritores del Talmud estaban determinados a promover el matrimonio.  Fue especialmente vital para el judaísmo poder construir la fortaleza de la unidad familia  como un buen fundamento de su vida étnica. Los judíos tuvieron el deseo de poder relajarse en algunos principios y costumbres antiguas tal como reducir la adquisición de una esposa como “un mero consentimiento mutuo”, para así poder facilitar la realización del matrimonio. Los rabinos del tercer siglo sin embargo, establecieron este matrimonio como ilegal, castigando a los transgresores mediante fagelamiento público.

                        La ley Rabinica trataba a los niños ilegítimos casi al igual que los niños legítimos.  Podían disfrutar de todos los privilegios de la heredad de sus padres.  Josefo de una forma muy correcta resumió este punto de vista establecido por los rabies diciendo que la ley reconocía ninguna otra relación sexual que no fuera la unión natural del esposo y la esposa, y con el propósito de la procreación.  Para evitar cualquier tipo de tentación re recomendaba el matrimonio a una temprana edad.  El mohar tradicional suponía verdaderas limitaciones para muchos judíos interesados en el matrimonio especialmente después de la revuelta de Bar Kochab y después de que se convirtieron en una cultura más urbanizada.  La provisión de las necesidades de una novia con pocos recursos se convirtió en una prioridad de la comunidad.  Otros tuvieron que escoger entre el matrimonio y los estudios escolásticos.  Los rabies creyeron que era necesario llegar a un punto de compromiso en este aspecto y decidieron relajar un poco los requerimientos legales.  “Si un alma tiene gran deseo de aprender entonces puede retrasar la asunción de relaciones maritales más allá de la edad establecida de los 18.” Esto se escribió en un periodo donde debían pagarse impuestos altos y era difícil para los estudiantes poderse casar y estudiar a la misma vez.  Algunos permanecían solteros hasta la edad de 30 e incluso 40.  Para poder animar tanto el matrimonio como los estudios, algunos hombres ricos se dedicaban a seleccionar a jóvenes prometedores para casarlos con sus hijas. Entonces les ayudaban en sus primeros años difíciles.  Los rabinos reconocieron de inmediato esta política como buena y preferible, defendiéndola en todos los casos. 

MATRIMONIO EN TIEMPOS DEL NUEVO TESTAMENTO.

Muy pronto apareció en la Iglesia primitiva la idea de la virginidad como forma primordial para agradar a Cristo.  También los padres de la Iglesia más tarde defenderían estas ideas.  El matrimonio nunca ha sido prohibido explícitamente por los maestros cristianos, pero fue puesto en un segundo lugar en cuanto al nivel de pureza Cristiana.  Lo más alto era la virginidad absoluta.  Después se admiraba el celibato realizado voluntariamente después de la muerte de la esposa o esposo.  El matrimonio se consideraba en tercer lugar como la mejor elección.  “St. Pablo hablaba del matrimonio como algo preferible antes que un estado peor, es decir la impureza sexual.”
                        Todos los primeros padres de la Iglesia tenían una visión del matrimonio mucho más alta que sus predecesores.  Clemente de Alejandría, que murió en el 220 AD dijo que el matrimonio como la sagrada imagen  debe mantenerse puro de todo aquello que lo ensucia.  Del mismo modo Ignacio en su carta a Policarpo, y Athanagoras rogaba a los cristianos que mantuvieran la pureza del estado matrimonial.  Jerónimo quien predico a mediados del siglo 4 de la hermosura de la vida monástica, mostró abiertamente su antipatía al estado matrimonial.   Basaba su fuerte opinión en las palabras del apóstol Pablo que “es mejor casarse que quemarse.”  Solía decir, “Es bueno casarse simplemente porque es malo quemarse-“De la misma manera Ambrosio y Agustín manifestaron su alto admiración por el celibato.  Bajo tan gran influencia la admiración del celibato se volvió más intensa y el matrimonio se vio más y más desprestigiado.

Cristo enseñó fuertemente en cuanto al matrimonio mostrando la importancia de los lazos matrimoniales, rechazando el adulterio o cualquier otro tipo de relación sexual fuera del matrimonio (Mateo 5:27). Sin duda alguna el continuo énfasis que se le hace al creyente en cuanto a la pureza dentro del matrimonio y la fidelidad hacia la persona que Dios ha dado, demuestra la flexibilidad y libertinaje de aquellos tiempos (Hechos 15:29, I Corintios 5:11, Gal. 5:16-21).

EL MATRIMONIO EN TIEMPOS POST-BIBLICOS.

Las costumbres institucionales judías respecto al matrimonio fueron cambiando a lo largo de los siglos siguiendo el periodo Bíblico.  La bendición sacerdotal del matrimonio no se menciona ni en el Talmud ni en la Biblia.  El Talmud recomendaba que debiera establecerse una “congregación” para la correcta realización de una ceremonia nupcial.  La presencia de diez varones adultos se veía como algo preferente.  Durante la edad media muchas comunidades judías convirtieron esta costumbre en ley.  Durante el siglo X, las bodas se celebraban delante de una congregación en casa de la novia, o en la sinagoga. 
                        En el siglo XIV la huppah (o cohabitase) se había convertido en un mero emblema religioso.  En vez de una habitación real se cambió por una habitación simbólica, o canapé, o incluso un velo (tallit) que se ponía sobre la cabeza del novio y la novia en el momento de la boda.  En el siglo X se produjo un aumento del uso de himnos en las ceremonias.   En este tiempo los judíos eran mucho más tolerables a la hora de aceptar matrimonios mixtos.  Sin embargo miraban con malos ojos a los matrimonios realizados con recién llegados, ya que en parte tenían miedo de no conocer de qué tipo de familia provenían y también por las persecuciones que los judíos habían recibido allí donde iban a vivir.  Por otra parte había un gran orgullo de ser “judío”. 
                        El tiempo ha refinado algunos de los aspectos más toscos de las ceremonias nupciales.  La procesión nupcial desde la casa de la novia a la casa del novio, cambió durante la edad media, haciendo que toda la gente fuera a la sinagoga en vez de asistir a la casa de la novia. 
            Las Odas de bodas fueron características   de las bodas judías de la Edad Media.  Se trataba de canciones donde la picaresca y la alegría salpicaban desde el principio de la canción hasta el final.  Las fiestas duraban siete días, y estaban plagadas de representaciones, poemas, etc., que no se interrumpían hasta la llegada del sábado.  Hacían banquetes costosos donde por supuesto se esperaba algunas palabras de parte del Rabino. 

ALGUNAS COSTUMBRES CULTURALES.

Bandos Matrimoniales.

En el antiguo Israel era una costumbre establecida casarse dentro de los límites  del propio clan.  (Gen.24:4, 28:2, 29:19, Jueces 14:3).  Mucho antes que se rompieran las costumbres triviales dentro de Israel el matrimonio en los límites de la familia era considerado como el más ideal. 
            El matrimonio entre primos era algo común en Israel durante los tiempos Bíblicos y continua hoy en día como una preferencia dentro del mundo árabe. 
            Casos de matrimonios dentro de la misma sangre se encuentran mencionados en la Biblia.  Abraham se casó con su medio hermana Sarah (Gen. 20:12).  Ammón se unió también a su hermana Tamar (2 Samuel 13:20). Por supuesto esta unión es cuestionable como matrimonio, pero la realidad es que uniones de este tipo se siguieron produciendo en Judá aun en días de Ezequiel pues él predicó en contra de las mismas llamándolas abominación.  En pasajes como Levítico 18:6-18 y 20:17-21 se prohibían estos tipos de unión.  En la Ley de Moisés se prohibían matrimonios entre padres e hijos, sobrinos y tíos, o hermanos (Lev. 18:9; Deut. 27:22).
                        Matrimonio con familiares de matrimonios anteriores también estaba prohibido (Lev. 18:8, 14-17. 20:12, 14, 21; Deut.- 27:23).

Muchas de estas costumbres han perdurado hasta nuestros días en la cultura judía. También la iglesia ha sido influenciada por algunas costumbres culturales, no bíblicas. El Catolicismo ha convertido el matrimonio en un sacramento      produciendo una visión del mismo totalmente fuera de las enseñanzas de las Escrituras, condenando incluso las relaciones sexuales dentro del matrimonio si estas no tienen un propósito de procreación.

Los cambios dentro de la cultura postmodernista han enfatizado un nuevo concepto de familia y matrimonio donde los valores tradicionales judeo-cristianos están siendo reemplazados por una nueva definición de la familia y el matrimonio. La “familia moderna” como se le suele llamar puede estar constituida ya no por un hombre y una mujer, sino por hombres, mujeres en relaciones de un solo sexo, o incluso tríos que concuerdan pactar su relación. Esta nueva definición de la familia no debe hacernos perder como creyentes lo que la biblia enseña y obedecer los preceptos divinos.


Por otro lado la abundancia de divorcios dentro de las iglesias, o de familias disfuncionales con varias relaciones matrimoniales, hijos adoptivos de diferente progenitores, etc., etc., supone un reto para la iglesia local que debe continuar enseñando los principios bíblicos a la vez que suple las necesidades espirituales y emocionales de estas familias. Más y más se discute sobre el divorcio en la Biblia, lo que está permitido o lo que no cuando en mi opinión deberíamos enfatizar más que dice la Biblia sobre la familia e intentar entender lo que esta enseña sobre el matrimonio. Será entonces cuando entenderemos lo que el divorcio significa y cuáles son sus parámetros bíblicos. Pero esto ya será tema para un segundo artículo.