ANCIANOS EN LA IGLESIA LOCAL: PLURAL O SINGULAR
Alexander Strauch en su libro “Biblical Eldership” argumenta:
“… cuando Pablo y Pedro directamente exhortaron a los ancianos para que
cumplieran su responsabilidad, ambos utilizaron la imagen de un pastor. Debe ser observado que estos dos gigantes
apostólicos asignaron la responsabilidad de pastorear a la iglesia local a
ningún otro gurpo o a ninguna persona en singular, sino a los ancianos. Pablo
recuerda a los ancianos de Asia que Dios el Espíritu Santo les había puesto en
el rebaño como obispos con el propósito de pastorear la Iglesia de Dios (Hechos
20:28).”[1]
Este tipo de argumentación utiliza un tipo de lenguaje que
crea un argumento que llamamos “hombre de paja.” Muchas veces este tipo de
argumento se presenta de la siguiente manera;
“¿Verdad que debemos admitir que las iglesias tenían “ancianos” en
plural en el Nuevo Testamento? ¿Dónde encuentras evidencia de una “congregación
con un solo anciano” en la biblia?
Entonces los defensores de este argumento citan en la Biblia pasajes
como hechos 20 donde multiplicidad de ancianos son mencionados. De esta manera
el argumento parece ya cerrado. ¡La decisión ya ha sido tomada! ¡Caso cerrado!
¡Argumento terminado!
Pero un momento, es fácil ganar una argumentación empezando
con la pregunta equivocada. Es igualmente fácil ganar un argumento sin dar
todos los detalles de los hechos o no reconocer las presuposiciones o
asunciones que envuelven el argumento.
Un ejemplo legal de esta metodología de argumentación es la
forma de preguntar algo en un caso. Por ejemplo si se me preguntara “¿has amado
alguna vez a una mujer que no sea tu esposa?” Yo puedo responder a esa pregunta
que “No” pero entonces se me acusaría de estar mintiendo, por otro lado
reconocer un fulminante “Si” podría ser indicio de haber cometido pecado no
siendo fiel a mi esposa. El “truco” de la pregunta argumentativa es definir que
entendemos por “amar”. Por supuesto yo he “amado” a otras mujeres, eso incluye
a mi madre y a mis hermanas y a mi amada hija… Por otro lado debería contestar
con un fulminante NO ya que siempre he sido fiel a mi Esposa y no he “amado” a
otra mujer.
Este método de debate o argumentación fu utilizado en contra
de Paige Patterson (Bautista del Sur) en un libro titulado “Who runs the Church?”[2] El
libro consiste en un debate entre cuatro hombres. Cada uno de los
contribuyentes al debate defiende su postura, sea episcopalianismo, presbiterianismo,
pluralidad de ancianos, o congregacionalismo de un solo anciano (pastor).
Patterson tomó esta postura en el libro, pero sin tal vez darse cuenta de la
trampa al ser escogido para defender la postura de “un solo anciano”. Después
que su oponente Samuel E. Waldron defensor de la postura de pluralidad de
ancianos tomó ventaja sobre el usando el lenguaje para crear una argumentación
del hombre de paja Patterson escribió:
“Incluso cuando la pluralidad de ancianos era necesaria, uno de los
ancianos permanecía como el líder espiritual decisivo de la iglesia… existen
algunos casos de congregaciones que han conseguido prosperar sin ser dirigidas
por un anciano único…”
Entonces Waldron dice erróneamente
“Tal como hemos hecho notar anteriormente, es grato poder ver que
Patterson ha renunciado a cualquier intento de defender la postura de una congregacionalismo
de un único anciano. Ha escogido más bien defender un congregacionalismo de un
anciano principal. El hecho que esto refleja un movimiento hacia una posición
de congregacionalismo de multiplicidad de ancianos, desde mi punto de vista, da
mucho ánimo.”
Patterson entonces
replica diciendo;
Aquí Waldron asume que ha habido algún tipo de alteración en mi
posición. Esto es entendible en que el editor puede no haberle hecho claro a él
que asignación argumentativa he tomado en este libro. Yo no tengo problema en
multiplicidad (pluralidad) de ancianos en una congregación cuando es necesario.
De una forma clara las iglesias en la era del
Nuevo Testamento a menudo tenían
más de un anciano. Fue mi acuerdo con el
editor que yo sostendría la posición de un congergacionalismo de un solo
anciano solamente si se entendía para denominar lo que Waldron llama un
congregacionalismo de anciano-principal. Así que, la esperanza de Waldron de que yo haya
cambiado está destinada a la frustración, y él estará triste cuando se dé cuenta que yo sigo sin ser
convencido por sus argumentos… esto es importante para mí porque algunos quieren
hacer la pluralidad de ancianos como algo obligatorio cuando no hay ningún tipo
de mandato como este. Waldron está exhibiendo la marca que hace que esta
posición sea un problema para mí.”[3]
Tanto en Estados Unidos como también en las iglesias de
España influenciadas por un buen número de misioneros americanos se han
empezado a utilizar palabras que no aparecen en las Escrituras y que involuntariamente
aportan más confusión al conflicto. Términos como “pastor asistente”, “pastor
de jóvenes”, “pastor de ministerios musicales,” etc. son totalmente
neo-vocablos fuera de los términos y palabras usadas en la Biblia para
referirse a los siervos de Dios que ministran en la iglesia local, o en el
templo en el caso del Antiguo Testamento. Las palabras bíblicas son “Obispo,
anciano, presbítero, Obrero, Ministro o pastor” todas ellas referidas a la
misma persona pero enfatizando diferentes funciones o actuaciones, o
refiriéndose a su carácter espiritual. Veremos en un artículo aparte las
definiciones y amplitud de estos términos. Es confuso cuando alguno de los
defensores de la pluralidad de ancianos se acerca a un miembro de una iglesia
bautista y le pregunta ¿vosotros tenéis ancianos en vuestra iglesia?” Por
supuesto la primera reacción suele ser “si, tenemos un montón de ellos…” Refiriéndose
claro está a hombres coronados de canas, llenos de sabiduría por las
experiencias de su vida, pero no necesariamente llevando a término un
ministerio en la iglesia. Esto es contestado con una actitud de menosprecio
muchas veces ya que otorgar el término “pastor” (sinónimo de anciano en la
Biblia) a una sola persona parece algo totalmente anti bíblico. Por supuesto a
ninguno de nosotros protestantes de tradición establecida se nos ocurriría
llamar a nuestros ancianos “obispos” pudiera ser que las iglesias reformadas no
tengan reparo en usar el nombre de “presbítero”, los bautistas escaparíamos de
estos epítetos, y sin embargo este es
justo el término transliterado del original griego.
Los defensores de la pluralidad de ancianos tampoco han sido
capaces de probar mediante las Escrituras que el hecho de tener un solo anciano
(pastor) en una iglesia, y sobre todo cuando esta es pequeña) sea algo erróneo.
Al no ser capaces de encontrar ningún mandamiento directo en la Biblia sobre
este tema, lo que hacen es simplemente utilizar lo que ellos creen que es el patrón Nuevo Testamentario (según
ellos las iglesias en el Nuevo Testamento tenían pluralidad de ancianos) por lo
tanto concluyen que cada iglesia de cada época debe tener pluralidad de
ancianos. Un problema con este argumento es que la única manera de probar que
cada iglesia en el nuevo testamento tenía pluralidad de ancianos sin uno de
ellos siendo el principal es ASUMIENDO que era así, ya que en realidad no
pueden probarlo ni tan siquiera por las mismas Escrituras. Personalmente tengo
un problema con algunos hombres que me han presentado este argumento
acusándonos a nosotros de ir en contra de las enseñanzas de las Escrituras,
pero que ellos mismos se han convertido en el “único anciano” (pastor) de sus
iglesias locales cuando ellos mismos han establecido una iglesia local. Si el
patrón bíblico es el correcto ellos deberían haber sido ejemplo en establecerlo
desde el primer día que formaron sus iglesias, pues de lo contrario no sólo
muestran una verdadera inconsistencia en su posición bíblica, sino
sospechosamente implican que su problema era no “mandar”lo suficiente en el
lugar en que se encontraban y por lo tanto forzar el argumento bíblico de la
pluralidad de ancianos para adquirir más parcela de poder y mando. Sé que mi
argumentación aquí es fuerte, pero lo es porque he visto como mi propia iglesia
y otras de muchos de mis hermanos han sufrido esta experiencia.
Por otro lado comprobemos como esta argumentación de que
TODAS las iglesias del Nuevo Testamento tenían pluralidad de ancianos es un
argumento EXIGNORANTIA, es decir una presuposición basada en lo que se ignora
más que en datos fehacientes, y es una argumentación basada en asunciones aún
gramaticales que no tienen base.
Por ejemplo en Hechos 14:23 leemos “y constituyeron ancianos
en cada iglesia…“ Como interpretamos este versículo en base a nuestras presuposiciones
decantará la argumentación a un lado o hacia el otro. Gramaticalmente no
podemos probar que lo que está diciendo este versículo es que en UNA iglesia
local pusieron varios ancianos, como los defensores de la pluralidad
argumentan. La idea de establecer un anciano en cada iglesia puede también ser
entendida por la construcción gramatical. Si leemos en un artículo de noticas
que van a establecer directores en cada centro escolar del país… ¿debo
interpretar que en cada colegio a partir de ahora habrá pluralidad de
directores, o que en cada colegio del país se establecerá un único director? La
construcción gramatical me permite ambas direcciones pero la lógica me hace
pensar que cada centro tiene un director y así en cada colegio.
Este principio argumentativo de la construcción gramatical
se puede entender en muchos otros casos del Nuevo Testamento, por ejemplo:
(1Tim
3:12 [R-Valera])
Los
diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
Deberíamos interpretar
este versículo en base a la misma argumentación que presentan los que defienden
la pluralidad de ancianos basándose en hechos 14:23 que “los diáconos (plural)
de una iglesia deben estar casados todos ellos con una (la misma) mujer”? Esto
sería no sólo el ridículo sino también pecado al tratarse de poliandria.
(Eph
5:25 [R-Valera])
Maridos,
amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí
mismo por ella,…
¿Enseña este versículo
que cada marido debe tener pluralidad de mujeres (poligamia)? Por supuesto que
no, pero sin embargo utiliza la pluralidad para establecer un principio
unitario.
(1Cor
1:2 [R-Valera])
A
la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados
santos, y á todos los que invocan el
nombre de nuestro Señor Jesucristo en
cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro:
Una vez más nos
encontramos con una pluralidad singular. “Todos” no pueden estar “en cualquier
lugar” a la misma vez. Eso querría decir que cada vez que la iglesia se reúne
en cualquier lugar allí deben estar todos los millones de cristianos, esta
interpretación o razonamiento es ilógico.
(Acts
26:11 [R-Valera])
Y
muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé á blasfemar; y
enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades
extrañas.
“todas
las sinagogas” no implica cada una de las que
existían en el imperio romano, ni tan siquiera implica que Pablo persiguió a
TODOS los cristianos en TODAS las ciudades. Tampoco está diciendo que en TODAS
las sinagogas y en TODAS las ciudades había cristianos. El texto no pretende
decir nada de eso sino enfatizar hasta qué punto llegaba el odio de Pablo hacia
los creyentes. Decir lo que no dice el texto es caer en un grave error
interpretativo.
Siguiendo este argumento
interpretativo podemos decir sin temor a equivocarnos que Hechos 14:23 no está
enseñando que cada iglesia tenía una pluralidad de ancianos. Podemos incluso
llegar a argumentar que había “ancianos” en cada iglesia porque cada iglesia
por lo menos tenía un anciano. Construir doctrina en base a un versículo
aplicando una interpretación basada en un argumento gramatical no claro es un
error hermenéutico de base.
El escritor Patterson hace
una clara defensa de la posición que estamos presentando cuando concluye:
“…la incertidumbre de a quien se está dirigiendo Hebreos y Santiago abre de igual manera la posibilidad
que los “ancianos” mencionados de forma plural esté en concordancia a la
pluralidad de iglesias a la cual iba dirigida esas epístolas y no tiene nada que
ver con la idea de que existiera pluralidad de ancianos en una sola iglesia.
Sin duda alguna este es el caso de Hechos 14:23 donde Iconio, Listra y Derbe
estaban presentes, y en Tito 1:4 se menciona como nuevas iglesias en la isla de
Creta necesitaban un anciano para cada una de esas congregaciones.[4]
Siguiendo en este pasaje
debemos hacer constancia que estas “iglesias” eran consideradas como “iglesias”
mucho antes que están tuvieran “ancianos”. Se habían formado como fruto del
trabajo apostólico y el testimonio de creyentes. Pablo era el “supervisor” de
esas iglesias, esa es la palabra castellana para el termino griego “opiscopos” –anciano. Este punto nos
lleva a argumentar que las iglesias estaban en un proceso de formación, de
desarrollo. Algunos comentaristas como Govett, Panton, etc., argumentan que el
proceso de formación involucraba establecer un único anciano en cada iglesia,
proceso que se vería culminado cuando las iglesias ya estuvieran establecidas
completamente y así en el libro de apocalipsis 2 y 3 podemos ver la mención de
los “ángeles” (en singular para cada una de las iglesias) como una referencia
al anciano (pastor) de cada iglesia. Este tema me llevará un artículo más
completo a parte de esta primera presentación.
No hay duda alguna que el
libro de Hechos es un libro que presenta la transición de la Iglesia desde Jerusalén
hasta el fin del mundo. El bosquejo del libro se ve en el cap. 1:8. Mis profesores de interpretación bíblica me
enseñaron que no era correcto formular una doctrina solamente desde el libro de
Hechos sin apoyarla en otros libros del Nuevo Testamento ya que Hechos era
totalmente transicional. Es cierto que podemos caer en un sobre énfasis de este
punto interpretativo, pero también es cierto que olvidarlo nos hace cometer
errores hermenéuticos. Por ejemplo, algunos mantienen que ya que en el libro de
Hechos vemos a los “apóstoles” también nosotros hoy en día tenemos que tener
apóstoles, otros argumentan que algunas palabras tienen que ser dichas en el
momento del bautismo (más allá de lo presentado en Mateo 28:19) ya que Hechos
8:16 menciona algo diferente, otros creen que la manera de escoger el liderazgo
en la iglesia es “echando suertes” tal como aparece en Hechos 1:26, e incluso
hay algunos que llevan tan lejos la interpretación que llegan a decir que la
propiedad privada es pecado basándose en Hechos 2:44-45. Aunque es cierto que
desde el libro de Hechos podemos extraer ciertos “patrones” bíblicos estos
tienen que ser reforzados por las epístolas y sus enseñanzas.
Otra asunción
argumentativa que hacen los defensores de la pluralidad de ancianos es creer
que todos aquellos ancianos que hubiera habido en una iglesia tenían todos la
misma responsabilidad, o todos el mismo nivel de toma de decisiones, o la misma
influencia en la dirección de esa iglesia. Es igualmente una asunción creer que
no hubiera entre todos ellos un anciano con más peso en la iglesia local. Basar
la defensa de la pluralidad de ancianos en esta asunción hace que su base sea
inestable y por lo tanto más interpretativa que real.
Por otro lado los que
defienden la singularidad de un anciano (pastor) en cada iglesia local pueden
utilizar el mismo sistema de argumentación e interpretación para defender su
postura, basándose en versículos que parecen probar la existencia de un solo
pastor-siervo (anciano) en cada iglesia. Así por ejemplo:
En Apocalipsis capítulos 2
y 3, cada una de las cartas a las iglesias va dirigida a una iglesia local con
un “ángel” que la representa y que es el responsable de esa iglesia. Hablaré
más de ello en mi próximo artículo.
(1Tim
3:1 [R-Valera])
PALABRA
fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea.
(1Tim 3:2 [R-Valera])
Conviene,
pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado,
compuesto, hospedador, apto para enseñar;
La palabra “obispo”
aparece en singular, no trata el tema como “obispos” de una congregación en
plural sino lo hace en forma singular. Pablo estaba escribiendo a Timoteo quien
debía ordenar las iglesias bajo su supervisión “en cada ciudad” allí debía
establecer “obispos”… uno en cada ciudad sería una posibilidad bastante lógica.
Pero si seguimos leyendo los versículos de I Tim. 3 descubriremos más
referencias directas a la singularidad (no a la pluralidad) del obispo. El obispo
tiene que ser irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado,
compuesto, hospedador, apto para enseñar… todo aparece en singular. El
versículo 3 nos dice que “gobierne bien SU casa, teniendo a SUS hijos en
sujeción. Nos muestra que si no sabe cuidar su PROPIA casa como CUIDARÁ DE LA
IGLESIA. Su función pues queda determinada por la singularidad de su hogar y de
la iglesia, no habla aquí de varios maridos cuidando un mismo hogar, ni de
varios obispos cuidando una sola iglesia. Así hasta el versículo 7 muestra las
características del anciano (en singular) Lo que es interesante es que al
llegar al versículo 8 donde habla de los DIACONOS lo hace a partir de aquí en
forma plural, cada una de las características de los diáconos es presentada con
su sujeto en plural. ¿No nos resulta esto extraño? ¿No sería coherente hablar
de ambos en plural si los apóstoles hubieran enseñado una pluralidad de
ancianos en una sola iglesia local? ¿No se nos hace sospechoso la presentación
escogida de cada palabra? Por supuesto, alguien dirá que todo depende de la
presuposición que tengamos… tal vez ese sea el problema; que basamos nuestra
postura en presuposiciones no en lo que el texto bíblico dice, y lo que aquí
dice es que EL OBISPO… no LOS OBISPOS. Pero hay más…
(Titus
1:7 [R-Valera])
Porque es menester que el obispo sea
sin crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del
vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias;
Una vez más encontramos una referencia del obispo en singular.
El argumento que algunos aplican a Hechos 14 para defender una pluralidad de
ancianos todos ellos con el mismo nivel de responsabilidad y dirección puede
ser aplicado para defender a través de estos versículos que la pluralidad de
diáconos es dirigida por un solo obispo (pastor o anciano). Si esta fuera
nuestra única base de argumentación ambas posturas estarían fundando sus
posiciones en fundamentos argumentativos muy inestables y presuposiciones en la
lectura gramatical. Pero al seguir avanzando en las mismas escrituras las dudas
van desapareciendo, al comprobar la implantación histórica que los primeros
creyentes hicieron en las iglesias locales, las dudas van desapareciendo, al
observar el principio federativo que Dios aplica en toda su Palabra las dudas
van desapareciendo, y al ver el ejemplo de las sinagogas las dudas van
despareciendo. Volveremos a estos puntos en futuros artículos, pero sigamos
ahora mirando los versículos que hacen referencia al liderazgo en la iglesia
local nuevo testamentaria.
Tanto el apóstol Pedro como el escritor de Hebreos escriben a
varias iglesias. Pedro escribe a las iglesias en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en
Bithinia. Por eso en I Pedro 5:5, habla de los ancianos en forma plural
pero muy posiblemente aquí se refiera a los hermanos “mayores en edad” dentro
de la iglesia, no al oficio de pastor-anciano. Hebreos capítulo 13:7,17 y 24
hace referencia a los “pastores” en plural. Muchos usan estos versículos para
defender una pluralidad de ancianos en la iglesia local, la pregunta que
debemos formularnos es ¿a qué IGLESIA LOCAL iba dirigida la epístola a los
Hebreos? El mismo nombre de la epístola nos da la respuesta, “hebreo” significa
“el que viaja,” pudieran ser judíos convertidos, esparcidos por diferentes
lugares, por eso no se dirige a una iglesia local específica, sino a un
conjunto de creyentes. La palabra usada también es interesante pues aquí vemos
el término “PASTOR” no “anciano”. Esto indica otra de las características del
que ejerce este ministerio; “pastorear” es decir, alimentar, cuidar, proteger y
dirigir al rebaño. Y en 13:20 nos habla del “gran pastor” Jesucristo. La
palabra en griego es egoumenoi, la versión Inglesa KJ la traduce como “those that rule over you” la Biblia en Catalán
“supervisors” la versión Castellana utiliza el vocablo “pastores.” Sin duda
alguna la palabra aparece en plural, pero como hemos ya indicado la epístola no
va dirigida a una SOLA iglesia, sino a un conjunto de hermanos esparcidos. En
la salutación del v. 24 se utiliza la palabra en plural, pero también los
saludos provienen de un conjunto de iglesias o hermanos “los de Italia”. Si
consideramos la posibilidad de que Pablo fuera el autor de la epístola como
parece indicar la evidencia interna del versículo 23 (la mención de Timoteo) y
la similitud del 13:1 con Romanos 12:8 tendríamos entonces más fundamento aún
para determinar que no hay contradicción entre las enseñanzas de I Timoteo,
Tito o Hebreos. Es decir, la mención de
una pluralidad de iglesias requiere mencionar a los ancianos en plural,
pero al referirse al carácter que debe tener el anciano (singular) dentro de la
Iglesia local siempre aparece en singular.
Nuestro siguiente libro para examinar es el libro de apocalipsis
capítulos 2 y 3. Allí encontramos la mención de “ángeles” –del término griego
que podríamos traducir “mensajero”. La
pregunta que surge de inmediato es ¿Quiénes son y cómo deben ser interpretados
estos personajes?
Los defensores de la pluralidad de ancianos argumentan que el
libro de apocalipsis es simbólico y no debe ser usado para establecer doctrina.
De esta manera se ha popularizado la visión reformada que el milenio es
simbólico, que el rapto no existe, etc. Se llega a hablar entre ellos de
“biblia-ficción” para referirse a algunas de las doctrinas que la mayoría de
dispensacionalistas creemos. El problema básico es que no todo el libro de Apocalipsis
es simbólico, y que el mismo libro nos revela (eso es lo que quiere decir
apocalipsis) muchos de los símbolos que de otra manera sería imposible entender.
Es un gran error decir que los ángeles de estos capítulos son personajes
simbólicos, no lo son y prueba de ello es que el mismo libro nos informa que
estos son una interpretación literal del símbolo presentado en el capítulo
primero; las “estrellas”. Así que estos
personajes son reales. No podemos decir que se trate de seres “angélicos” como
en otros lugares de la Biblia ya que las características y cualidades que se
menciona sobre cada uno de los siete les hace seres responsables, con una
autoridad sobre una iglesia y como deben dar cuenta a Dios de sus obras y de la
doctrina. Debemos de nuevo ir al USO de la palabra tanto en la Biblia como en
la historia para tener más entendimiento de a que se refiere la palabra “ángel”.
¿Cómo utilizaban esta palabra los primeros creyentes de la época apostólica y
post apostólica? ¿Podríamos usar la palabra “ángel para referirnos a
gobernantes terrenales, ministros, etc. El contexto del pasaje parece indicar
claramente que estos son gobernadores terrenales, quienes tienen responsabilidad
directa sobre lo que pasa y se enseña en sus congregaciones (las
iglesias). Una de las interpretaciones
más ridículas y forzadas que he escuchado es pensar que estos “mensajeros” eran
de hecho los “carteros” de cada una de las iglesias. Era a ellos que cada una
de las cartas a la iglesia iba dirigida. La Nueva Biblia Scofield mantiene esta
interpretación en sus notas a pie de página;
“aunque esta es la palabra habitual para
referirse a un ángel (gr. Angelos) a menudo la traducción es “mensajero.” La explicación más natural en este contexto
es que éstos eran hombres enviados por las siete iglesias para indagar sobre la
condición del anciano discípulo exiliado en Patmos: pero representan a todos
los que anuncian mensajes de Dios a una iglesia.”
El problema con esta interpretación es que es justamente eso,
una interpretación sin base histórica, lingüística o hermenéutica correcta. En toda
la Biblia no hay un lugar que a un
“cartero” se le exija la responsabilidad espiritual de dar cuenta por el grupo
de creyentes que le ha enviado. Pablo utilizó varias veces “carteros” y amanuenses
para sus epístolas, su función fue desde las sombras y una función de servicio
no de responsabilidad. Lingüísticamente la preposición griega “al” de la frase
“escribe al ángel” muestra que esa carta va dirigida a él, y en el contexto se
le demanda a él la responsabilidad por la iglesia, (3:1) luego también hay unas
palabras dirigidas a la iglesia como conjunto. Históricamente no he encontrado
referencia alguna que los carteros recibieran el nombre de “ángeles” y decir
que estos hombres eran los enviados por las siete iglesias para indagar sobre
la condición del anciano discípulo exiliado es una afirmación sacada de un
sombrero de copa que no tiene ni base histórica ni argumentación para
defenderla. Si que existen referencias directas en la utilización del vocablo
durante los primeros siglos de la iglesia para referirse a los “pastores” como
“Angeles” de las Iglesias.
La pregunta queda pues en el airé; ¿Quiénes eran? Invito al
lector a leer mi artículo “los Ángeles de las Siete Iglesias”, seguro
encontrará allá una respuesta ampliada de lo que ahora ya estoy perfilando en
estas líneas. Pero nos vasta aquí decir que esos ángeles era otro nombre
designado para los Pastores de aquellas iglesias locales.
La pregunta principal pues que estamos discutiendo es si es
correcto tener un “líder principal” entre otros muchos líderes. Los defensores
de la pluralidad de ancianos argumentan que no tenemos el derecho de tomar un pasaje que revela pluralidad de
ancianos en una iglesia y concluir que algunos de esos ancianos eran ayudantes
de un anciano principal. Tal y como hemos ya mencionado el problema es que
ellos ASUMEN que el gobierno de esas iglesias ya había llegado al estado final
de su organización (a pesar de que Timoteo es mencionado en Efesios después que
Pablo se reunió con los ancianos en hechos 20, siendo esto señal de que tal vez
Timoteo era el Anciano principal (pastor) en la Iglesia). Los defensores de la
pluralidad de ancianos también asumen que las palabras como “ancianos” o
“obispos” implican una igualdad sin distinción. Sin embargo, Pablo escribe en
sus epístolas diciendo que los “hijos deben someterse a los padres” (Col.
3:20). Tanto el padre como la madre tienen el mismo oficio de ser padres. Sin
embargo, esto no quiere decir que ambos tengan la misma función dentro del
matrimonio o que el varón no sea cabeza de la mujer. De la misma manera podemos hacer mención que el “sumo
sacerdote” y los sacerdotes en general
son mencionados repetidas veces como “sacerdotes” generalizando su función u
oficio. De esta misma manera podemos argumentar que una carta dirigida a los
pastores de una iglesia no implica necesariamente que todos los pastores de esa
iglesia sean iguales en función y en responsabilidad (pastor de jóvenes, pastor
de música, pastor adjunto, co-pastor, etc.)
Gene A. Getz
(pastor principal de la iglesia Fellowship Bible Church North en Plano, Texas)
escribió un libro titulado “Elders and
Leaders: God´s Plan For Leading the Church” (2003). Aunque
no puedo estar de acuerdo con todo lo que dice en este libro el testimonio de
Getz es muy esclarecedor en cuanto al
tema de la pluralidad de ancianos. Getz empezó siendo un defensor de la
pluralidad de ancianos y estaba en contra de un solo pastor, pero más tarde
reconoció que estaba equivocado y que había reaccionado erróneamente:
“El
año era 1968… mientras yo me enfrentaba a los viento del cambio que estaban
soplando en nuestra nación a finales de los 60 y principios de 1970, mis
estudiantes me retaron a que diera un vistazo renovado a lo que Dios quería que
su iglesia llegara a ser. Uno de los grandes principios que llamaron mi
atención durante este proceso fue el tema de la “pluralidad de ancianos”…
déjenme ser perfectamente honesto. Yo estaba inicialmente tan entregado al
principio de la pluralidad en el liderazgo que yo, a veces, menoscababa y, en
algunos aspectos, negaba la importancia de tener un líder principal fuerte…
Santiago, el medio hermano de Jesús, era el líder principal de los ancianos de Jerusalén.
Esto se hará mucho más claro a medida que continuemos desarrollando esta
historia bíblica. El Nuevo Testamento definitivamente enseña e ilustra que
cuando hay una pluralidad de liderazgo, alguien necesita funcionar como el
líder principal del equipo… este es el diseño de Dios – desde el momento que él
escogió a hombres como Moisés, Josué, Samuel, y Nehemias en el Antiguo
Testamento, y Pedro, Pablo, Timoteo, y
tito en el Nuevo Testamento- que siempre ha tenido un líder clave en el lugar
para dirigir a su pueblo. ¿Por qué deberíamos pensar de forma diferente cuando
involucra a ancianos/presbíteros en la iglesia local? … Por años, yo serví junto
con un pastor muy dedicado y quilificado en nuestro equipo que
anteriormente había servido en otra iglesia
como “pastor principal”. Por desgracia, muchos de sus ancianos no eran líderes
piadosos. Algunos de estos hombres
frustraron los sinceros deseos
de mi amigo de dirigir a la iglesia para
llegar a ser una comunidad de amor y testimonio en el mundo. Tristemente este
hombre solía regresar de las reuniones del consejo literalmente enfermo de su estómago…
desgraciadamente, tal y como Pablo había advertido a los ancianos de Efesio,
algunos “lobos” se habían convertido en una parte del liderazgo en la iglesia,
y el “principal pastor” era su objetivo… un equipo que se apoya mutuamente será
de ayuda y reforzará el ministerio del líder principal. Claramente un equipo
que no le sostiene puede minar su ministerio… Está claro desde la totalidad de
la historia bíblica en el Nuevo Testamento que Dios no pretendía que un grupo
de hombres funcionaran sin un líder principal. Tampoco planeó que una iglesia
tuviera co-lideres. Aunque utilizar co-lideres puede parecer que funciona en un
principio, normalmente esto lleva a una ineficiencia serie y a posibles
conflictos. .. Francamente, en mis primeros años… yo intenté practicar un
co-liderazgo… En términos de nuestro propio rol, el otro líder y yo nos
encontramos en una situación tentativa en el liderazgo ya que ambos teníamos
miedo de no tener consideración el uno hacia el otro… Recientemente, Yo recibí
la siguiente carta. “Incluso en una situación de co-liderazgo que funciona
bien, como la que yo me encuentro, donde ambos compartimos una filosofía de
ministerio similar, aun así tenemos ideas diferentes y visiones un poco
diferentes en cuanto hacia donde debe dirigirse
la iglesia estratégicamente. Esto quiere decir que ambos pastores son frenados
a la hora de realmente dirigir la iglesia hacia adelante. No hay un líder
visionario principal, y yo creo que nuestra iglesia ha sufrido debido a esto…
el péndulo se ha balanceado demasiado lejos en la otra dirección, donde la idea
del trabajo en equipo y co-liderazgo está siendo tan sobre enfatizada que nadie quiere dar un liderazgo
principal en la iglesia.”[5]
Getz en su libro continúa hablando sobre este tema explicando lo
poco realista de la situación donde un pastor tiene que someterse a la voluntad
de un consejo de ancianos todos al mismo nivel de toma de decisiones. Nos dice
Getz, “nunca he conocido un pastor que
opera bajo estas circunstancias que no esté terriblemente desanimado.. Por
desgracia, algunos pastores principales han orquestado para ellos mismos esta
posición. Creen tan firmemente en ser “siervos-lideres” que sin saberlo han
dejado su autoridad.”[6]
Una analogía similar puede hacerse con el marido que queriendo
tener una igualdad de toma de decisiones en el hogar y liderazgo en el hogar
deja sus responsabilidades, al final su autoridad se ve comprometida y se
convierte en un “marido ausente” en un hombre que pasivamente ignora su
responsabilidad ante Dios. Esto pasa cuando un pastor responsable de una
iglesia deja a un lado su responsabilidad para otorgarla a un conjunto de
hombres que dicen tener la misma autoridad, y derechos de gobernar la iglesia.
Alguien tiene que ceder si se quiere llegar a una unidad de decisiones, alguien
tiene que dejar sus prioridades o ideas, creencias o convicciones en favor del
bien común. Lo terriblemente real es que los hombres de carácter más sumiso y
humilde dejan el lugar a la presión de otros hombres con más temperamento,
persuasión y que ejercen más presión sobre el resto. Al final, son estos
últimos los que se convierten en “el anciano” mientras que el conjunto de los
demás dejan a un lado el derecho equitativo a gobernar la iglesia para no crear
una falta de unión. Lo triste es que muchas veces esta idea es presentada de
forma muy espiritual hablando sobre la unidad y guía del Espíritu, diciendo que
el consejo de ancianos no toma una decisión hasta que no existe total armonía y
unión en el consejo. Aunque no dudo de la realidad espiritual de este principio
que debe gobernar TODA la iglesia local si pongo en duda que eso sea realmente
lo que sucede en las iglesia regidas por un consejo de ancianos con ”igual”
poder decisivo. De hecho esto entra dentro de lo normativamente normal, ya que
Dios nunca ha creado un ser de varias cabezas pensantes. El liderazgo en la
biblia siempre presenta a un hombre delante de un grupo, tanto en el Antiguo
Testamento, en el reinado de Israel, en la forma del Sacerdocio con un sumo
sacerdote, en el tiempo de los Jueces levantando un juez en un momento dado y
luego otro, en el ministerio Profético, en el hogar, en la familia… ¿y que nos
hace pensar que la iglesia local debe seguir un patrón totalmente diferente? Se
argumenta que en la Iglesia Cristo es el pastor, de hecho la Biblia lo menciona
como “el príncipe de los pastores.” Con esta argumentación se concluye que no
debe haber un solo pastor en la iglesia local… pero se olvida acaso que en el
Antiguo Testamento Israel estaba bajo una teocracia y aun así Dios levantó
hombres (incluidos reyes) que dirigieran a la nación aquí en la tierra. A este patrón es lo que llamo “el principio
federativo”. El patrón Bíblico que Dios establece es la responsabilidad del
liderazgo federativo acompañado de un conjunto de consejeros y ayudantes (trabajo
en equipo). El Anciano tiene que tener un corazón de siervo, no ser un déspota
que diga “aquí se hacen las cosas como yo digo porque yo soy el pastor”. Este
no es el diseño de Dios, esto es de la carne y produce más mal que bien…. Pero
que existan déspotas que gobiernan no quiere decir que tengamos que romper en
total anarquía las formas de gobierno impuestas por Dios.
Hay un último argumento que desearía tratar en este
artículo. Por lo que entiendo existen
diferentes posturas dentro de los que defienden la pluralidad de ancianos. Algunos
enseñan que la congregación en asamblea es la única con el derecho de aceptar o
rechazar a miembros, o dar ministerios en la iglesia. Otros defienden que es el
consejo de ancianos quien toma ese tipo de decisiones. Aquellos que atacan la
idea de un pastor dirigiendo a un consejo y vituperan esa forma de gobierno no
caen en el error que ellos mismos argumentan. ¿Acaso no es igual de despótico
un conjunto de ancianos (digamos tres) que toman todas las decisiones? ¿No es
la misma idea papista de los cardenales decidiendo lo que debe hacer la
congregación? Lo que dice el “consejo” es lo que se hace. ¿Dónde está ahí la
voz de la congregación? No debe extrañarnos la similitud de ideas entre la
Iglesia papista y la postura de pluralidad de ancianos, pues debemos recordar
que las Asambleas de hermanos fueron el resultado de salir de la Iglesia de
Inglaterra. Fue una reacción en contra de un solo obispo y un solo gobernante y
pensaron que la solución era una pluralidad de personas que formaran un
consejo… pero al final ese consejo se convierte igualmente en un grupo muchas
veces dictatorial.
El argumento pues que un pastor por necesidad es un déspota que
abusa de su autoridad y poder decisivo es totalmente erróneo ya que un “consejo”
puede convertirse igualmente en un déspota gobernante. Aunque no podemos
ignorar el abuso dentro de muchos que funcionan como líderes, no por ello
debemos destrozar el sistema establecido por Dios. No porque haya hombres que
maltraten a sus esposas tenemos que concluir que el matrimonio es horrible y
terminar con la idea de la familia que implica un varón cabeza de su mujer.
Excesos y abusos nunca deben ser usados en un argumento para así aceptar el
error contrario. Los defensores de la pluralidad de ancianos a veces utilizan
el argumento de que una congregación no puede librarse de un pastor abusivo…
pero este argumento es aplicable igualmente a Iglesias dirigidas por un consejo
de tres o cuatro hombres que lo deciden todo y la iglesia no puede hacer nada
para cambiar esa situación. De hecho la mayoría de Iglesias bautistas con un
pastor al frente, son en realidad gobiernos congregacionales donde la asamblea
es quien toma las decisiones principales y el pastor actúa como el “maestro” de
la congregación, como el “guía” espiritual, como el “siervo” que cuida el
rebaño.
Pero nuestra postura en este tema debe estar basada en la
Palabra de Dios, y por lo que leo y entiendo la biblia en ningún momento
defiende una iglesia dirigida por un conjunto de hombres, sino que muestra como
la iglesia local debe ser dirigida por un pastor-siervo acompañado de un
consejo, reforzado por un conjunto de diáconos bajo la supervisión, apoyo y
oración de la congregación. El ejemplo de Santiago en el libro de Hechos (Hch.
12:17), el liderazgo de Timoteo en Efeso, Epafras en Colosas (Col. 4:12),
Epafrodito en Filipos (Fil. 2:25), la obra de Apocalipsis 2 y 3 con los
ángeles, la mención de la singularidad en algunos pasajes, el principio
federativo que Dios utiliza a un hombre para llevar a cabo su voluntad apuntan
hacia una defensa de la postura de un pastor/siervo.
Pero a parte de esta expresión bíblica la historia de la iglesia
es testimonio perene de la postura que presentamos. Los padres de la Iglesia,
aquellos hombres que tomaron el lugar de los apóstoles después de su muerte, no
defendieron pluralidad de ancianos, sino implementaron iglesias con un solo
“obispo”. Ignacio escribe a muchas iglesias con un solo pastor, algunas de esas
iglesias eran las mismas a las cuales el Señor Jesús les había enviado una
carta (Apocalipsis 2 y 3). Para los defensores de la pluralidad de ancianos la
historia es un testigo demasiado fuerte en contra de su postura. ¿Cuál es
entonces su interpretación de esa historia? Ellos dicen que pronto en la
historia vemos una “perversión” del plan divino y la iglesia utilizó la
estrategia humana y los patrones mundanos del gobierno de roma o del ejército
para gobernar la iglesia. El mismo Waldron (defensor de la pluralidad de
ancianos) interpreta las palabras de Ignacio a su manera asumiendo algo que es imposible
sostener por el mismo texto de Ignacio. Dice Waldron; “Pudiera ser que las Iglesias en Asia tenían sistemas “primus inter
pares” (primeros entre iguales) y que Ignacio asumió que ellos eran sistemas
“primus”… tal error sería fácil de hacer para el apasionado Ignacio…”[7]
Es interesante notar que Alexander Strauch utiliza esta
expresión primus intere pares usada
por Ignacio para defender el concepto de pluralidad de ancianos. El hace
referencia a que era un término “usado por los romanos…” y de ahí desarrolla su
presentación… ¿pero es la postura que él defiende una interpretación de la
verdad histórica? Creo que su libro merece una buena argumentación.
Al igual que el escritor Joey Faust en su artículo “Elders: Singular or Plural?” Me parece a
mí que son los defensores de la pluralidad de ancianos quienes apasionadamente
defienden su postura con argumentos interpretativos y asunciones de hombre de
paja más que en una verdad bíblica históricamente comprobable. Pero no hay duda
alguna que ellos han expresado sus posturas abierta y apasionadamente mientras
aquellos de tradición bautista han estado más bien callados simplemente
aceptando su tradición sin cuestionar nada de ello. Creo que yo mismo he caído
en ese error de no defender lo que creo. De esto me hizo dar cuenta una hermana,
acérrima defensora de la pluralidad de ancianos, al preguntarme si yo había
estudiado suficientemente este tema. No quise ofenderla en mi respuesta, pero
después de haberme pasado doce años en un seminario y graduarme con un
doctorado en Teología creo que es “asumible” pensar que había estudiado el
tema, tal vez mi error era que no lo había manifestado tan alto y claro como
ahora lo estoy haciendo.
Mi oración es que esta serie de artículos arroje más luz a este
tema y pueda explicar porque en muchas iglesias locales seguimos la postura Bíblica
de un pastor, con un consejo de ancianos, acompañado de un grupo de diáconos, en
un gobierno congregacional.
[1] Alexander Strauch, “Biblical
Eldership: Restoring the Eldership to its Rightful Place in the Church”
[2] Paul E. Engle and Steven B. Cowan,
Who Runs The Church? Four views On church Government” (Grand Rapids:
Zondervan, 2004).
[3] Paul E. Engle and Steven B. Cowan,
“Who Runs the Church? Four Views on Church Government” (Grand Rapids:
Zondervan, 2004). P. 134, 283-285.
[4] Idem, p.
284
[5] Gen A. Getz, “Elders and Leaders;
God´s Plan For Leading the Church” (Chicago: Moody, 2003), p. 17-18, 60, 217,
223, 242-243, 252-254, 256.
[6] Idem. P.
258
[7] Paul E. Engle and Steven B. Cowan,
“Who Runs The Church? Four Views On church Government” (Grand Rapids:
Zondervan, 2004) p. 197