Hace unos días llegaba a las noticias un descubrimiento apasionante, el hallazgo de manuscritos Bíblicos que habían sido utilizados como papel-mache para la realización de máscaras funerarias egipcias ahora habían sido recuperados mediante un sistema de disolver las colas que daban forma a la máscara y desenganchar el papiro original de su envoltura.
El resultado del hallazgo es extraordinariamente importante siendo en mi opinión comparable al descubrimiento de los manuscritos del mar muerto. Pero ¿Qué hay detrás de esta información? ¿Cómo se produjo el hallazgo y quienes son los investigadores? ¿Por qué no ha salido a la luz hasta ahora?
Este hallazgo ha cautivado tanto mi atención que desde el primer día he seguido las noticias y nuevos hallazgos. He contactado también con el grupo de investigación y he empezado a recopilar datos que espero poder compartir en próximos artículos.
Pero lo primero es situar el descubrimiento y lo que esto significa.
La importancia del descubrimiento radica en haberse encontrado según dicen el equipo de eruditos, un texto bíblico que se trataría del fragmento más antiguo hasta ahora recuperado. El texto pertenece al Evangelio de Marcos y fue posiblemente copiado durante el primer siglo, antes del año 90.
Hasta ahora la copia más antigua que se tenía de un fragmento Bíblico era el papiro encontrado por John Ryland. Tuve la oportunidad de ver este fragmento en una exposición en el museo bíblico de Montserrat y aún recuerdo la inmensa bendición que fue leer directamente las palabras griegas escritas en el pequeño papiro. El investigador de los manuscritos del mar muerto, Josep O´Callahan, ya fallecido, defendió por años que el papiro p57 encontrada por él entre los manuscritos de Qumram era la porción de Marcos más antigua. Tuve la oportunidad de hablar con él repetidas veces en su despacho y a menudo sonreía al decirme que los que más se habían alegrado de su descubrimiento éramos aquellos que creíamos en la preservación e inspiración de las Sagradas Escrituras.

Pero este papiro bajo la piel de una máscara egipcia podría sobrepasar ambos documentos en importancia y en antigüedad, ya que el papiro de Ryland o el manuscrito de O´Callahan ambos están datados en la segunda mitad del siglo segundo (entre los años 101 al 200).
Todos hemos visto la impresionante máscara funeraria de Tutancamon hecha de oro. Las familias pobres de Egipto no podían darse esos lujos así que construían máscaras funerarias hechas de “cartón”, o para redefinirlo mejor, de papel-maché. Unían pergaminos reciclados con colas dando forma a la máscara y después pintándola. El papiro nuevo era caro, así que era mucho más conveniente usar papiros usados, ya escritos y reciclarlos.
Este procedimiento no era nuevo para los arqueólogos, ya en el 2011 se había hablado de la existencia de manuscritos antiguos en dichas mascaras en los círculos académicos y fórums arqueológicos. En estos años los científicos empezaron a desarrollar técnicas para poder “desencolar” los pergaminos diluyendo las colas usadas pero sin dañar la tinta de los textos escritos en los papiros.
Las porciones del evangelio de Marcos encontradas forman parte de centenares de textos que un equipo de científicos y eruditos están “desencolando” con el propósito de analizar y catalogar estos textos según Craig Evans, profesor de Estudios del Nuevo Testamento en Acadia Dvinity College en Wolfville, Nova Escocia.
“estamos recuperando documentos antiguos del primer, segundo y tercer siglo. No sólo documentos cristianos, no sólo documentos bíblicos, sino también documentos del Griego clásico, documentos de negocios, obras varias, caras personales.” [1]
Incluso informó Evans a la revista Live Science que los documentos también incluían textos filosóficos y copias de historias escritas por el poeta Griego Homero.
Los documentos de contratos y negocios y las cartas personales a menudo contiene fechas, así que los fragmentos del nuevo Testamento encontrados en la misma máscara pudieron ser fácilmente datados.
Una crítica razonable expresada por muchos arqueólogos es que en este proceso se destruyen las máscaras que son también testimonios arqueológicos de la cultura egipcia. Así que muchos científicos están buscando maneras alternativas de poder recuperar los documentos sin la necesidadd de destruir las máscaras.
En defensa del método usado Evans enfatiza que las máscaras que están siendo destruidas para revelar los manuscritos no son de cualidad, ni serían expuestas como piezas de museo, de hecho algunas de ellas no llegan a ser máscaras sino piezas de cartón prensado.
La realidad es que la técnica usada está trayendo a la luz muchos textos antiguos que de otra manera se hubieran perdido. Evans informó en las entrevistas ofrecidas a diferentes medios de comunicación que “de una sola máscara se recuperan un par de docenas o incluso más textos,” Terminó señalando que “al terminar nuestra investigación podemos haber encontrados cientos, sino miles de textos antiguos.”
El debate está servido.
Los científicos que han trabajado en el proyecto tuvieron que firmar un contrato de confidencialidad que limita lo que pueden decir en público. Existen diferentes motivos por los cuales se les pidió que firmaran dicho acuerdo. Entre esos motivos está el hecho de que los propietarios de las máscaras no desean que sus nombres salgan a la luz. Evans dice que es necesario honrar ese acuerdo y deseo de los museos, particulares, o instituciones que han aportado las máscaras.
A pesar de este acuerdo de confidencialidad la información sobre el descubrimiento e investigación en curso se filtró a la prensa en el 2012 forzando a Evans y su equipo a dar más información sobre el proyecto. Lo triste es que la información presentada es bastante confusa, incluso el “método” usado para la extracción de los manuscritos o la misma forma de datación ha entrado bajo sospecha. Los críticos han usado esto para no sólo restar importancia al descubrimiento, sino incluso sacarle toda validez.
Pero Evans insiste en la verificación de la datación usando el carbono-14, y otras técnicas del estudio de papirología que incluyen la escritura del fragmento, la tinta usada, y la consideración del resto de manuscritos encontrados en una misma máscara. Fueron estas consideraciones que llevaron al equipo a determinar que el fragmento del evangelio es anterior al año 90. Evans afirma no poder decir nada más de estos manuscritos hasta que sean formalmente publicados.
La crítica contra la metodología de la investigación y las especulaciones no académicas que se han producido, bañados por intereses económicos han enturbiado este gran descubrimiento. Mi temor es que puedan hacer perder la veracidad e importancia de lo que hoy los arqueólogos tienen en mano.
Es duro para los egiptólogos o arqueólogos en general ver destruidas “evidencias” antiguas como son las máscaras, por más poco valor que tengan. La realidad es que no hay tantas de estas máscaras como se dice. Lo único que puedo decir es que tal vez valga la pena la destrucción de un artefacto si con ello se consigue un descubrimiento mucho mayor. Es un sacrificio por el bien mayor. Es triste ver como miles de evidencias antiguas se han perdido o han sido destrozadas por otros intereses mucho menores, o simplemente por falta de fondos, o interés. En los 1800 miles de momias fueron usadas como “combustible” para las locomotoras ya que ardían bien y eran una buena fuente de energía barata, triste final de miles de evidencias arqueológicas. ¿No es cierto que lo que ahora Evans y su equipo está haciendo es mucho más enriquecedor?
Blogs como el de Paul Barford han atacado fuertemente el proceso de investigación pero creo que eso le ha hecho perder de vista la importancia del descubrimiento.
Roberta Mazza, profesora de Historia Antigua Clásica en la Universidad de Manchester mostró esta misma preocupación en su blogger. También lo hizo el prof. Brice Jones doctorando en religión de la Universidad de Concordia.
Por lo que parece el fragmento presentado es el mismo mencionado ya en 2012 pro el profesor Daniel B. Wallace, profesor de estudios Nuevo Testamentarios en Dallas Theological Seminary. En febrero del 2012 este fragmento fue puesto en duda en un debate entre Wallace y Bart Ehrmann. Wallace publicaría información de este papiro un mes más tarde en su propio blog informando que sería publicado por E. J. Brill[2], editorial publicadora del conocido Green Payri colection[3]. El papiro en cuestión pertenece a esta colección. En Agosto del 2012 se podía leer en la página web de la colección Green:
2012, August 01
Brill announces a new forthcoming book series -- The Green Scholars Initiative: Papyrus Series, Edited by Jerry Pattengale – that includes rare, unpublished papyri texts from the private Green Collection. Jeffrey Fish is serving as the volume one editor.[4]
La página web añade.
Brill había firmado un acuerdo para publical The Green Scholars Initiative: Papyrus Series, editado por Jerry Pattengale un nuevo libro que incluirá papiros no publicados todavía pertenecientes a la colección privada de Green. Brill está encantado de poder colaborar y anticipa trabajar con la iniciativa de los académicos de Green (GSI).
Dan Wallace es una de los estudiosos que se niega a dar información sobre este fragmento de Marcos en base a haber firmado un acuerdo de confidencialidad.
La conferencia de Graig Evans aconteció en la Conferencia de Apologética de Canadá en el 2014 (7 al 8 de Marzo, Vancourver) pero la información no ha llegado al publico en España hasta enero del 2015, mucho menos ha llegado el debate que se está desarrollando a niveles de universidades y fórums bíblicos y arqueológicos.
No hay duda alguna que la papirología ha empezado a tomar un lugar importante dentro del estudio apologético al ser esta una herramienta y estudio que puede darnos más luz en cuanto a los originales de las Sagradas Escrituras.
Aunque el fragmento del texto de Marcos en cuestión sea pequeño es valiosísimo por lo que representa pudiendo llegar a darnos nuevas pistas en cuanto al texto de las Escrituras, incluso para mi será un reto ver a que familiar textual favorece, si al texto crítico o a la familia de textos bizantinos (TR en particular).
Para los estudiosos esto dará nueva información de la metodología usada para copiar los textos sagrados, como eran usados, reusados, o rechazados.
Como el mismo Evans dice “tenemos todas las razones para creer que los textos originales y sus primeras copias habrían estado en circulación por unos cien años en la mayoría de casos –en otros casos por mucho más tiempo, hasta 200 años."
Esto quiere decir que “un escriba haciendo una copia de un manuscrito en el siglo tercero podría de hecho tener a su disposición los originales del primer siglo, o copias del primer siglo, como también copias del segundo siglo.”[5]
Todo está discusión e información dada por canales no convencionales está siendo discutida en blogs y artículos. No se ha escrito nada oficial en los diarios convencionales de arqueología. Todos estamos esperando a que estos papiros sean publicados con sus respectivas traducciones y explicaciones detalladas de la metodología usada en la investigación.
El equipo de investigadores quería haber publicado los pergaminos a finales del 2013, o principios del 2014, pero la fecha ha sido atrasada hasta el 2015. No se ha dado la razón de este atraso, pero si se sostiene que el tiempo extra dará oportunidad para más información.
Josh McDowel en una conferencia afirmó que no sólo se había encontrado el evangelio de Marcos, sino también porciones del libro de Romanos, I Corintios, Juan y otros textos entre ellos fragmentos de la obra de Homero.
En mi opinión este puede ser el descubrimiento textual más importante después de los manuscritos de Qumran, por eso es que he dedicado tiempo a leer lo que hasta ahora se ha presentado en los blogs de habla inglesa, he escrito también a algunos de estos profesores y espero poder continuar investigando y compartiendo la información con aquellos lectores de habla hispana.
En cuanto a la Palabra de Dios, sabemos que Dios ha prometido preservarla y guardarla, sin que se pierda ni una jota ni una tilde, sólo que está vez resulta casi gracioso que la podamos encontrar baja la piel de una máscara.
[1]http://www.livescience.com/16318-photos-early-christian-rome-catacombs-artifacts.html
[2] http://danielbwallace.com/2012/03/22/first-century-fragment-of-marks-gospel-found/
[3] http://www.brill.com/news/brill-publish-new-papyrus-series-green-collection
[4] Idem.
[5] http://www.livescience.com/49489-oldest-known-gospel-mummy-mask.html
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