viernes, 2 de enero de 2015

La Familia Cristiana




La Familia Cristiana

Porque el mandamiento es antorcha, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones de la enseñanza.”  (Prov. 6:23)   
                Tenemos un gran tesoro en nuestras manos; la Palabra de Dios.  Ella es quien nos instruye en todos los aspectos de la vida, muchas veces por desgracia no vamos a este río de Agua fresca para encontrar su guía y sus eternas enseñanzas.  Que sabio es el hombre que se entrega a escudriñará para saber como debe andar en su peregrinaje, pero que necio el que dejándola a un lado anda a ciegas golpeando el aire.
                Necesitamos tomar sus principios, sus enseñanzas y su dirección para como cristianos ser luz en medio de densas tinieblas. Debemos ser EDUCADOS en la Palabra de nuestro Señor, y educar a la siguiente generación.-  La educación es aprendizaje, y el aprendizaje empieza con la vida.  Las actitudes, los sentimientos y los patrones o diseños del hombre empiezan en la concepción.  La educación no empieza para el niño en su primer día de escuela, sino que los valores para su vida tienen que ser inculcados por los padres desde su más  temprana edad.  La educación (o enseñanza) empieza con la vida, pero¿cuando termina?...Hermano, permitame contestarle a esta pregunta formulandole otra; ¿Enseñamos a nuestros hijos para el tiempo o para la ETERNIDAD?   Si sólo tenemos visión para este mundo educaremos a  nuestros hijos para este tiempo, pero si nuestros valores son eternos también lo será nuestra enseñanza.  ¡Cuán grade es la responsabilidad que el Señor nos ha dejado en nuestras manos preparar vidas PARA LA ETERNIDAD!  Eso requiere que demos a nuestros pequeños,conocimiento,inteligen-cia y sobre todo Sabiduría (Prov. 2)  Estos pilares crearán en el niño un carácter sólido y formarán en él la habilidad de escuchar, de razonar y la preciosa habilidad de comunicar, de esta manera estaremos preparando a la siguiente generación (Salmo 78).
                Pero el campo de instrucción del niño no se resume al hogar sino que su palestra educacional está dividida en tres zonas básicas: a) El HOGAR, b) LA IGLESIA y c) LA ESCUELA.  Y es justo aquí, en la escuela donde muchas veces aparecen los conflictos.
                Si el ambiente del hogar, de la escuela, y de la Iglesia no és consistente con la realidad y si tales instituciones tienen conflictivos puntos de vista acerca de la vida, entonces un falso dualismo divide la vida del niño.  Empieza a pensar que el mundo está dividido en dos áreas; lo secular y lo sagrado y entonces queda confuso.
                Una relación y una armonía apropiadas debieran existir entre el hogar, la iglesia y la escuela. Los tres deben hablar con una sola voz en relación a los valores absolutos dados por Dios.  Y los tres deben ser consistentes con la voluntad de Dios y con su Palabra.
                ¿Por qué muchos de los jóvenes se van al mundo y se pierden cuando aprueban su escuela primaria o secundaria?  Fundamentalmente debido a esa inconsistencia.  Lo que a los jóvenes se les enseña en un lugar se les niega con lo que aprenden en el otro.
                El niño entonces se siente frustrado y empieza a creer lo que quiere creer, más bien que lo que para él es lo correcto creer.  Lo que él necesita es ver que esos mismos valores básicos sean fortalecidos por el hogar, la escuela y la Iglesia juntos.
                A muchos de los jóvenes cristianos se les enseña a vestir, a vivir, a hablar y actuar como el mundo; y, sin embargo, sus padres no pueden entender por que a ellos no están ganando al mundo para Cristo.  Pero si las normas cristianas y el no practicar las cosas del mundo se les enseñan en el hogar y en la Iglesia los jóvenes se convertirán en relucientes evangelistas.
                Todo lo hasta ahora dicho nos pone delante de una gran necesidad, necesidad que sólo el Señor puede suplir a través de Hombres y Hogares con visión de las cosas eternas.  Me estoy refiriendo a la necesidad de ESCUELAS CRISTIANAS y de FAMILIAS QUE EDUQUEN A SUS HIJOS SIGUIENDO LOS PRECEPTOS DE DIOS.
 

                Todos los padres desean dar La mejor educación a sus hijos.  Personalmente creo que la mejor  educación es aquella que enseña al niño a ver cada una de las materias de estudio, y al mundo desde el punto de vista de Dios.  LA BIBLIA debería ser el corazón básico de todas las materias de Estudio ya que ninguna asignatura de estudio debe divorciarse de los principios  escriturales. Por favor lee Proverbios 19:27. Cuán importante es ese CESA.  Cualquier instrucción que no tiene a Cristo como su centro, hará que los estudiantes divaguen del punto de vista bíblico de la vida.  El niño debe aprender a como vivir delante de Dios.  La medida última del buen éxito de la educación no es lo que el niño llega a ser sino lo que él llega a ser comparando con lo que pudo haber sido, no es lo que tiene, sino lo que tiene comparado con lo que pudo haber tenido, no es lo que él hace, sino lo que hace comparado con lo que pudo haber hecho.

                Lo más triste de todo es que nuestra querida España no posee estos centros educativos.  Tampoco hermano te pido que quites a tus pequeños de la escuela estatal, pero sí hermano le pido al Señor que él nos haga conscientes de esta gran necesidad.  Para conseguirlo nos faltan muchas cosas, pero podemos orar.   Es un gran reto pero no hay imposibles para Dios (Lucas 1:37).
                Para el cristiano todo terreno es tierra Santa, toda zarza es zarza que arde, la vida no está dividida entre lo secular y lo sagrado... todo deber ser “dedicado, apartado para los usos del  Señor.”
                En próximos números quiero tratar un poco más detalladamente los principios de la Educación Cristiana no sólo en cuanto a los niños sino en cuanto a la vida en general a fin de ser  vasos para honra, santificados, y útiles para los usos del Señor, y aparejados para toda buena obra. (II Timoteo 2:21)


Pedro Pinyol

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